Archivo Histórico Regional de Camagüey, una fuente para la investigación histórica hispanoamericana y caribeña

Foto: José Antonio Cortiñas Friman
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Génesis en perspectiva histórica

Para perfeccionar la estructura de poder de manera unificada entre la metrópoli y sus colonias, en el siglo XVIII, el rey Felipe V, organizó todo un sistema administrativo que dio origen a los fondos de diferentes instituciones: judiciales, administrativas, políticas, en las villas y ciudades importantes, como Puerto Príncipe. Las mismas poseían Tenencias de Gobiernos, la Anotaduría de Hipotecas, fiscalización aduanal, representadas en los Cabildos. Estas instituciones generaron una documentación en todos los órdenes bajo observancia de la metrópoli.

En octubre de 1764 la Corona dispuso que bajo ningún concepto se extrajeran los libros y papeles que estuviesen archivados en las oficinas y que solo los Virreyes, Presidentes y Gobernadores podrían enviar un Ministro de la Audiencia del Distrito con el Escribano de Gobierno, para que mediante testimonios obtuvieran la información que necesitasen para el desempeño de sus funciones, y se prohibía la extracción de documentos de los archivos de las oficinas, aun cuando fuesen solicitados por los jueces. (Mesa, M. y Cabrera, G. p. 154).

Durante la primera mitad del siglo XIX, se suceden resoluciones como consecuencia del volumen de la papelería organizada y en 1840 se instituye el Archivo General de la Real Hacienda de la Isla de Cuba.

Archivo Histórico Regional, distintivo en su tipología.

Componentes que justifican su presencia: Fue uno de los territorios económicamente más importantes del país, el desarrollo ganadero y la industria del azúcar así lo ameritan.

Sobre la plataforma de una economía solvente se fomenta un desarrollo sistémico de instituciones culturales, entre ellas el traslado de la Audiencia de Santo Domingo a Puerto Príncipe, el colegio para la formación de jurisconsultos, la Sociedad económica principeña Amigos del país, asociacionismo múltiple, entre ellos de instrucción y recreo de diferentes matices de piel, profesional, científico, de oficios, religioso, económicos, de seguros, de préstamos, de mujeres, extranjeros, entre otros.

Se desplegaron prácticas educativas en instituciones religiosas como en colegios conventuales, laicas en academias particulares y del gobierno para ambos sexos y colores de piel distintamente. El fomento de una prensa propia que entre otros objetivos instruían a sus lectores.

El sistema institucional unido al desarrollo económico e intelectual de la región permitió un desarrollo de una documentación que ameritó un comportamiento documental autosuficiente en relación con otras provincial del país.

En la República, en 1904 Salvador Cisneros Betancourt solicitó a Tomás Estrada Palma, presidente, la institucionalización de Archivos en las provincias del país. De manera  que en 1905 se estructura el archivo en el juzgado y en la audiencia.

1959

No es hasta 1959 en que se potencia una genuina política cultural orientada conscientemente a la conservación del patrimonio histórico documental de la nación y al fomento de la actividad archivística. Tanto es así, que en fecha tan temprana como 1959 se crean los Archivos Históricos Regionales, los que luego se transformarían, con la división político – administrativa acaecida en 1976, en Archivos Históricos Municipales y Provinciales, adscritos a la Academia de Ciencias de Cuba. Ambos forman parte de una Red Nacional y quedan subordinados al Archivo Nacional hasta 1985 en que ocurre una descentralización: unos  pertenecerían a Cultura, algunos a Justicia y otros a Oficinas de los Historiadores o Conservadores  de la Ciudad; aunque metodológicamente continuarían siendo atendidos  por el Archivo Nacional.  El Archivo Histórico Provincial de Camagüey se encuentra adscrito al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Un servicio documental sostenido

Para los investigadores del Camagüey, del resto del país, incluso presencia de estudiosos del Caribe, y otras partes del mundo beben de los documentos atesorados en esta institución de larga data, siglo XVIII.

Desde diferentes aristas del pensamiento social, técnico, humanista, entre otros, se dan cita para ser recibidos por especialistas, técnicos de salas, conservadores, de alta sensibilidad y preparación profesional.

En estos tiempos de pandemia COVID 19, la institución despliega alternativas precisas para mantener sus salas con sus fuentes documentales al servicio del desarrollo científico de la nación.

 

Bibliografía

Mesa, M y Cabrera, G. (2012) “Los archivos históricos cubanos: fuentes para la investigación histórica” en  Millars, XXXV (pp. 151-171) ISSN: 1132-9823 Universitat Jaume.

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