Ayuda inmediata

Fotos: cortesía de María del C. Pontón
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Lamentablemente y muy a nuestro pesar, estamos viendo como pululan por nuestras calles perros y hasta gatos sin domicilio que algunos humanos han tenido a bien votar para deshacerse de ellos. Al pasar por las céntricas calles camagüeyanas de Maceo, República, Independencia, Ignacio Agramonte, por solo poner estos ejemplos, podemos ser testigos de este mal que nos viene aquejando hace un tiempo.

¿Y qué decir de las plazas de los Trabajadores, ¿la Solidaridad, y la propia de Maceo?  Entonces es cuando vemos estos animalitos guareciéndose del agua, del sol y padeciendo de enfermedades y hambre a merced de lo que algún ser piadoso se le ocurra ofrecerles ¿Y qué pensar de la sobre explotación de los caballos que insertados a los coches nos resuelven no pocos problemas a la población?

Conozcamos y cumplamos lo legislado

Me pregunto entonces, cómo es posible que existiendo el Decreto-Ley No.31 de Bienestar Animal, aprobado el 26 de febrero del pasado año por el Consejo de Estado de nuestro país y puesto en vigor el 10 de julio, se produzcan acciones como estas, sin que los que incurran en las infracciones sepan que pueden pagar por sus violaciones.

Estoy segura que, además de no tener un ápice de amor por los animales, estas personas desconocen que dentro de la disposición legal a la cual me referí antes, existe otro Decreto, el número 38, que contiene el reglamento para su aplicación, el cual estipula las reglas y conductas a seguir por todos los vinculados al tema, y en el que también se enumeran las contravenciones y sanciones que se pueden aplicar, las cuales incluyen multas hasta de altas sumas monetarias.

Sin lugar a dudas, todos debemos y estamos en la obligación, como ciudadanos de esta hermosa Villa, de proteger nuestro entorno en todos los sentidos y desde todas las aristas, pues con ello contribuiremos a que la ciudad continúe siendo ejemplo para los cubanos y, desde luego, podamos seguir contando con la alta categoría dada por la UNESCO de que parte de su Centro Histórico fuera nombrado Patrimonio Cultual de la Humanidad en el año 2008.

¿Nos sumamos?

Justamente por la sensibilidad de este asunto, una de las instituciones pertenecientes a la Oficina del Historiador, la Casa natal de Carlos J. Finlay, ha tenido a bien diseñar un Proyecto llamado “El sueño de un hogar”.

Este proyecto pretende propiciar la unidad de los diferentes grupos que han venido surgiendo en la ciudad, interesados en la protección animal; así como todas las personas interesadas por esta humana acción puedan contar con un lugar en el que además de ofrecerles capacitación, logren promover de forma más efectiva dicha labor. Así como, buscarles un hogar a muchas de esas criaturas, que tal vez, usted, aquel, yo u otra persona les pasemos por al lado y no nos percatemos necesiten de nuestra ayuda.

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