Si usted no ha visitado la Plaza de los Trabajadores recientemente, le convido a disfrutar de una exposición fotográfica sugestiva que engalana el sitio: Matria. No es una sorpresa que Gabriel Dávalos haya seleccionado la localidad para rendir homenaje a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso.
El creador regala una conexión armónica entre lugares emblemáticos de la ciudad y jóvenes bailarines camagüeyanos que extraen movimientos poéticos a una urbe sosegada. Similares propósitos tuvieron las instantáneas de Alfredo Cannatello, que captó con su lente a los miembros de la compañía en ensayos, descansos y clases, ambas muestras fotográficas son imágenes genuinas del ballet de Camagüey que pueden competir con los cuadros de Degas.
Miradas de asombro, gestos de admiración y sonrisas de complacencia son los aplausos que brindan los transeúntes a una función sui generis del ballet camagüeyano.
Génesis
La compañía tiene sus orígenes en 1936, con la primera Escuela de Ballet fundada por Gilda Zaldívar Feyre. Su empeño con los infantes le permitió forjar una de las tradiciones imprescindible dentro del ámbito cultural, un año más tarde las puestas en escenas de La bella durmiente y Cascanueces se convirtieron en actuaciones memorables en el Teatro Principal.
En 1952, a su labor le da continuidad Martha Matamoros Cordero, proveniente del Ballet Alicia Alonso, crea la institución académica que se convirtió en sucursal de la Escuela de Ballet Alicia Alonso. Las presentaciones de los bailarines denotaban el rigor en su preparación y la destreza coreográfica. Pequeña serenata nocturna, con música de Mozart, probablemente sea la primera coreografía original realizada en la provincia.
Le corresponde a Vicentina de la Torre Recio, exalumna de -Gilda Zaldívar-, mantener la educación de la danza clásica. Sostiene para el Camagüey los mismos fines que su maestra y funda su escuela en 1957. Se adiestra con Fernando Alonso y a partir de 1961 dirige la Academia Municipal de Ballet, más tarde convertida en Escuela Provincial de Arte e integrada al sistema de enseñanza artística nacional.
Su quehacer se desdobla en la preparación artística de sus pupilos, la creación de una compañía profesional y la selección entre sus mejores alumnas de un grupo para ejercer la “carrera profesoral”, aun no instituida en el país.
Hoy permanecen en las aulas de la Escuela de Arte Provincial que lleva su nombre algunas de las graduadas de esa promoción que siguen derrochando sabiduría dentro de la pedagogía de la danza.
Ballet de Camagüey en su escenario
El debut del Ballet de Camagüey tuvo lugar en el Teatro Principal el 1 de diciembre de 1967, desde el éxito de Las sílfides, el Pas de Trois del primer acto de El lago de los cisnes y La Fille Mal Gardèe, la labor de la compañía se ha extendido, poseen un repertorio con más de 250 obras de estilos clásicos, románticos y contemporáneos, con presentaciones en España, New York, México, Japón, Grecia, República Popular China, Brasil, entre otros países.
Referente de lujo
El aporte del Ballet Nacional de Cuba(BNC) fue importante para la etapa inicial, recursos humanos, pedagógicos, técnicos y materiales fueron acompañados del empeño y dedicación de Fernando y Alicia. lujo
Con frecuencia figuras consagradas de la pedagogía de la danza y excelentes intérpretes como Josefina Méndez, Mirtha Plá, Loipa Arújo, Aurora Bosch, Lázaro Carreño y otros compartieron el escenario con la novel agrupación e impulsaron el proyecto danzario, más tarde colaboraron bailarines y directores de otras latitudes como Elena Vinográdova, del ballet del Teatro Kirov, Jorge Lefebre, director artístico del Royal Ballet de Walloni, Bélgica, Asaf Messerer, Peter Breuer, Pedro Ruiz, entre otros.
La dirección de Joaquín Banegas,Fernando Alonso, Jorge Rodríguez Vede y su rectora actual Regina Balaguer ha marcado un sello distintivo en la compañía, que goza de gran prestigio a nivel internacional, consolida su trabajo artístico entre renovación, audacia, juventud y el perfeccionamiento de la técnica académica. Innumerables han sido sus éxitos con obras emblemáticas como, Saerpil, Las sílfides, Coopelia, Don Quijote, Sensemaya, entre otras. Coreógrafos, màitres, régisseur, ensayadores, diseñadores y rostros anónimos comparten los logros de la compañía.
Es meritorio destacar la presencia permanente del Maestro Fernando Alonso, excepcional guía de la agrupación que influyó en su alance internacional. Desde 1976 la compañía es subsede del Festival Internacional de Ballet de La Habana y para el décimo aniversario de su creación la prima ballerina assoluta Alicia Alonso junto a Jorge Esquivel interpretó el pas de deux del segundo acto de El lago de los cisnes.
Digno exponente de la Escuela Cubana de Ballet, la Compañía prodiga destreza y virtuosismo, comparte saberes en proyectos socioculturales, clases de ballet y la escuela nocturna, arte que se arraiga en una ciudad que danza permanentemente junto a su compañía de ballet.


