Carmen, la principeña que deslumbró a Martí

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En una coincidencia histórica, el 30 de junio de 1951 tuvo lugar la última sepultura de José Martí en el cementerio Santa Ifigenia y de Carmen Zayas Bazán en el camposanto de la ciudad de Camagüey.

Incomprendida y polémica resulta la personalidad de Carmen. La principeña que deslumbró a Martí, residió, con su hijo, en el lugar donde ahora se encuentra la sede de la escuela Renato Guitart y la Sala de Conciertos José Marín Varona.

Su historia de amor

La muchacha contrajo nupcias con Martí en México en 1877, a pesar de las incomprensiones de su padre. Ella supo inspirar al Apóstol y acompañarlo en sus complejas travesías por Centroamérica. No en vano, el poeta le escribe a su amigo Manuel Mercado sobre esos días: “Carmen, extraordinaria; yo, feliz y triste ¡Felicísimo!” 

El matrimonio no fue estable debido a las múltiples contradicciones entre ambos, quizás condicionadas por circunstancias como la débil salud de ella luego del parto, las condiciones de vida de su esposo o como ella misma afirmó en cartas a Martí, el deseo de que su hijo viviera en mejor situación.

Inspiración

Cualquiera que haya sido la razón, Carmen debe ser juzgada de acuerdo a su época y sus códigos familiares, entendiendo que la estatura moral de José Martí no es fácil de alcanzar. Lo cierto es que fue una sensible y culta compañera para él; y el motivo de tan extraordinarios poemas que aún inspiran a nuevas generaciones de cubanos.

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte. Fan de los deportes, el cine y la música cubana. Catcher del equipo de softbol de la Prensa de Camagüey, actualmente los subcampeones de Cuba. Encargado de realizar los materiales televisivos en Audiovisuales Príncipe, Grupo de Comunicación de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey.
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