El Cementerio General de Camagüey cuenta con elementos que lo distinguen de otras necrópolis.
Entre los más antiguos es el único que aún permanece en uso, y como ninguno en Cuba, posee panteones de cuatro frentes. A diferencia de los otros cementerios del país su nombre no lo debe a un santo patrón, sino que responde al nombre de la villa, se identifica como Necrópolis de Camagüey o Cementerio General de Camagüey.
A 206 años de su fundación, la Oficina del Historiador de la Ciudad se ve en la obligación de restaurarlo para rescatar valores históricos, artísticos y culturales que atesora.
Su proyecto de restauración data del año 2002 y comienza a materializarse en febrero de 2019, iniciando con la intervención de la bóveda de Salvador Cisneros Betancourt, debido al significado de su personalidad para los camagüeyanos.
A ello prosiguió el segundo tramo o calle principal, como se conoce, debido a su valor histórico. En este reposan los restos de personalidades como: Amalia Simoni, Vicentina de la Torre, Francisco Sánchez Betancourt y Juan Antonio Bravo (primer presidente de la Asamblea del Poder Popular).
Tiempo después se acometió, en el cuarto tramo, el panteón de los caídos por la defensa; terminado el 6 diciembre de 2019 para el aniversario 30 de la Operación Tributo.
En la actualidad se interviene el tercer tramo o calle de los Ángeles, dedicado a personalidades importantes en la historia de Camagüey como Carmen Zayas Bazán y Gaspar Betancourt Cisneros (El Lugareño).
En este tramo se incluye el Necrocomio o depósitos de cadáver como también se le conoce. El mismo fue inaugurado el 20 de octubre de 1887, tal como lo muestra una lápida ubicada en la pared. En sus inicios estuvo conformado por dos salas, la primera como sala de espera y la segunda como local de autopsia.
Este estuvo funcionando hasta cerca de la década de 1980, pero el desuso y el paso del tiempo lo deterioraron; es así como cambia su uso y pasa a ser un almacén de materiales de la construcción, función que cumple hasta la actualidad.
Pero a partir de sus altos valores históricos y patrimoniales la Oficina del Historiador, ya inmersa en este proceso de restauración del cementerio, decide intervenir este local para darle un cambio de uso, que devendrá en Centro de Interpretación de la necrópolis.
Este museo a cielo abierto propiciará en los camagüeyanos un acercamiento al cementerio, tanto a su historia como a sus valores patrimoniales, a través de la interacción de los especialistas de la propia Oficina con el público, mediante discursos museológicos.
Junto al recorrido museográfico, que abarca las dos salas del necrocomio, futuro Centro de Interpretación; se proyectan senderos como el patriótico-histórico, para recoger las rutas de los mártires de 1868 y 1895, así como senderos referentes a maestros, arquitectos, médicos, historiadores, deportistas, héroes del trabajo y otras personalidades que en la actualidad no se recogen en el estudio historiográfico del cementerio.
Muchas son las personas que a diario confluyen para que este proyecto se haga realidad y dote a la ciudad de algo imprescindible, como el conocimiento y el retorno a la vitalidad del Cementerio General de Camagüey.
Por ello, a este espacio de permanente recordación y homenaje, debemos acudir a rendir tributo a tantas personas que nos precedieron y ganaron con su quehacer un respeto innegable. Este es un reclamo que hacemos con el anhelo que el pueblo de Camagüey: culto, agradecido y digno, haga suyo este lugar y lo valore como se espera.