Por: Lic. Arisleida Ruffing Linares
Museóloga Especialista del CGC, de la OHCC.
Este 3 de mayo el Cementerio General de Camagüey, arriba a sus 206 años de existencia, reúne la síntesis de la ciudad a la que sirve por más de dos siglos, perpetua formas peculiares de arquitectura, arte, historia, cultura general y filosofía de muchas generaciones.
Es el único sitio donde la tradición espiritual confronta la realidad entre la vida y la muerte. De hecho, es el único que conserva la disposición de su camposanto como patio anexo a una iglesia –en este caso la Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje -y uno de los cementerios más antiguos del país, aún en explotación.
Desde el punto de vista cronológico, el Cementerio se divide en cuatro tramos esenciales, coincidente con su crecimiento y con la denominación con la que se le conoce, tanto por la población como por las instituciones encargadas de su funcionamiento y custodia.
De común los cementerios en nuestro país se nombran de alguna forma, como Colón, Santa Ifigenia, pero el nuestro fue desde siempre la Necrópolis de Camagüey sin otro apelativo, así lo dejamos porque, en definitiva, Necrópolis significa ciudad de los muertos y eso nos fue suficiente.
Un poco de historia
Con el tiempo y el desarrollo, el cementerio quedó, cautivo dentro de su propio despliegue urbano, por lo que su trazado es tan irregular como la ciudad.
La necrópolis camagüeyana, sin poseer la monumentalidad ni el valor artístico del Cementerio de Colón, tiene forma y estilo singulares, con prevalencia en él de la arquitectura neoclásica.
De planta atípica, tiene otras peculiaridades como la construcción de panteones adosados a las paredes o muros principales y que corresponden a los tramos primero, tercero y a lo largo de la calle principal.
A fines del siglo XIX comenzó la construcción de capillas que fueron mostrando los diferentes estilos arquitectónicos en boga, son particularmente llamativas la de Carmen Machado, identificable como art nouveau y las de la familia Aróstegui y Nuestra Señora de la Soledad que son neogóticas.
El cuarto tramo del Cementerio fue añadido a finales de los años veinte y principios del treinta del siglo XX. El art déco se convierte en el estilo constructivo por excelencia para la edificación de panteones y sepulturas del tramo.
Conjuntamente con las construcciones, coexisten gran cantidad de esculturas, donde descuellan las vírgenes, crucifijos y conjuntos escultóricos, que algunos tienen indiscutibles valores; mientras que otras no pasan de ser objetos decorativos comerciales.
Sin embargo, uno de los rasgos distintivos del Cementerio es la profusión de epitafios sumamente elaborados y muchas veces vinculados a curiosas leyendas. El más notorio es el de Dolores Rondón, escrito sobre la lápida de un sencillo túmulo, ubicado en sitio contiguo a la bóveda de la familia Agramonte.
El proyecto
La Oficina del Historiador de la ciudad, en coordinación con las direcciones provincial y municipal de Comunales, la Universidad de Camagüey, el Arzobispado, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, la Empresa de Restauración, trabajadores por cuenta propia, y con la asesoría del MSc. Arq. Omar López Rodríguez, conservador de la ciudad de Santiago de Cuba, con experiencias y excelentes resultados de trabajo en el Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia de dicha ciudad, ha logrado la conformación de un equipo de especialistas que acometen la restauración del Cementerio General de Camagüey.
Respetando y manteniendo su uso a través del rescate de los valores: históricos, arquitectónicos, literarios, artísticos y culturales, mejorando su entorno y conservando aquellos rasgos que le son peculiares.
Este es un proyecto fabuloso que data del año 2002. En el 2017 se retoma cuando se comienzan las regulaciones arquitectónicas y urbanísticas, pero no es hasta marzo de 2019 cuando se concreta el proyecto, que tiene como objetivos restaurar, rehabilitar, investigar y promover los valores que atesora el sitio ,logrando una interacción con la comunidad y dotando a ésta última de elementos que amplíen su visión con respecto al lugar y lo reconozcan como un punto de importantes valores patrimoniales dentro del entorno citadino; con la misión de convertir al sitio –respetando sus fines y propósitos cementeriales– en un Museo a Cielo Abierto.
Decursar
Desde su fundación y hasta la actualidad han sido inhumados en sus cuatro tramos importantes personalidades de la vida local, nacional e internacional, que se destacaron en diferentes ramas de la vida –artes, ciencias, historia, política y otras –e incidieron notablemente en el acontecer histórico-social de la localidad y el país.
Allí reposan los restos de Joaquín de Agüero Agüero, Salvador Cisneros Betancourt, Oscar de Céspedes e Ignacio Agramonte y Loynaz, todos son figuras relevantes de las luchas contra el colonialismo español.
Mujeres heroínas de las Guerras de Independencia de la talla de la Capitana Rosa Castellanos Castellanos “Rosa la Bayamesa”, Gabriela de Varona Varona “La Golondrina” y Beatriz de Varona Guerra “La Candelaria”, entre otras.l
También yacen aquí en el Panteón Familiar, los restos de la esposa del Apóstol, Carmen Zayas Bazán e Hidalgo. Además de guardar los restos de numerosos combatientes de las luchas contra las dictaduras de Machado y Batista, como Noel Fernández, Manuel Zabalo y Rafael Guerras Vives entre otros
Figuras del arte como Gilda Zaldívar Freire, Vicentina de la Torre, Jorge González Allue, Candita Batista y Enrique “Nené” Álvarez Quevedo.
Historiadores como Juan Torres Lasqueti, Gustavo A. Sed Nieves y Elda Esther Cento Gómez. Inhumados también deportistas como Inés M. Luaces Sánchez, Miguel Caldés Luis y Adolfo Horta Martínez.
La intervención
Se ha trabajado en cinco puntos de intervención en la restauración de objetos de obras valiosos e importantes, no solo desde el punto de vista históricos, sino del entorno, y en los cuatro tramos, en la sustitución de mármoles y granitos, argollas, limpieza de tarjas, lápidas, rejas, herrería, pintura, la jardinería y algo muy importante, la iluminación de todo el Campo Santo.
Ejemplo de ello es que, en el Primer Tramo, el tramo más antiguo y fundacional, se terminó el Panteón Familiar de Salvador Cisneros Betancourt; se continúa trabajando en el Tramo.
En el Segundo Tramo o calle Principal se acometieron las cincuenta bóvedas, entre ellas, Juan Torres Lasqueti, Francisco Sánchez Betancourt, Mártires del 51, Amalia Simoní y Juan Antonio Bravo. En el Tercer Tramo se trabaja en las seis capillas donde están “El Lugareño” Gaspar Cisneros Betancourt, Carmen Zayas Bazán, el General Lope Recio y otras.
En el Cuarto Tramo, en saludo al XXX Aniversario de la Operación Tributo se restauró El Panteón de los Caídos por la Defensa y se continúa trabajando en la Bóveda de Enrique “Nené” Álvarez Quevedo.
La Oficina del Historiador y el equipo de especialistas no renunciarán y continuarán trabajando por cumplir los objetivos propuestos, la rehabilitación del Cementerio representa el rescate de una joya distintiva de la ciudad. Esta intervención se realiza luchando contra causas como el daño ambiental, físico, químico, biológico, por el pasar de los años y hasta por la falta recursos materiales y financieros.
Por lo que es deber de la administración, los trabajadores y la población su protección, se exhorta al cumplimiento de las Regulaciones Urbanísticas a lograr la responsabilidad ciudadana, evitar los hechos vandálicos, que son también causales que pueden terminar por destruir y aniquilar las riquezas heredadas de este respetable y digno sitio. A este espacio nos unen lazos genealógicos por ser, fin de la vida y principio de la historia de cada uno de nosotros.
Las circunstancias y los retos
El nuevo Covid -19, pandemia que azota el mundo y a nuestro país como parte de él, impidió la realización del Taller Científico, por el aniversario 206 de nuestra Necrópolis, pero no impedirá que desde la página web de la institución, se rememore la fecha de un sitio tan importante de elevado legado patrimonial de la ciudad y el país.