Congreso campesino hacedor por la educación rural

Foto: José Antonio Cortiñas Friman
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Por: Enrique Atiénzar Rivero

En una época relativamente lejana en el tiempo tuvo lugar en Camagüey el 8 de julio de 1940 el Congreso provincial campesino, que asentó sus miras en desarrollar la educación en el entorno rural.

Resultó la culminación de los trabajos iniciados en septiembre de 1935, por los miembros del Partido Comunista, Ángel Serrano, Dioscórides del Pino, Georgina Urra, Gilberto del Pino y otros, en la finca Managuaquito, barrio de Ecuador.

Fueron hombres y mujeres convencidos de que la educación debía de abrirse pasos en zonas rurales, negada a niños, mujeres y hombres que de hecho los sumía a la ignorancia.

Allí se constituyó el primer Comité pro Escuela Campesina de Camagüey para hacer gestiones encaminadas a fundar una escuela que, de manera gratuita, proporcionara instrucción a los niños.

Fue ese el germen de que se mantuviera durante largos años una lucha que sirvió para impedir los desalojos, mejorar las condiciones de vida del campesinado y lograr la instrucción de los niños y adultos analfabetos.

No pudo escogerse mejor lugar que la Hermandad Ferroviaria, situada en Santa Rosa y Francisquito, la cual nucleaba a un sector que siempre estuvo al lado de las causas más justas a favor de los desfavorecidos.

Al andar por los campos de las extensas llanuras avileñas y camagüeyanas era muy difícil encontrar en aquellos años escuelas rurales que la Revolución, después del triunfo de enero de 1959, sembró en esos parajes.

En el campo de la educación Cuba dio un giro de 180 grados que permitió a Camagüey, como al resto de las provincias, transformar el panorama y rescatar inteligencias que podían perderse por la falta de un programa sólido de educación integral.

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