Es un día cualquiera de la semana y como rutina habitual desde hace 9 años, Gabriela Márquez va al centro de Gestión Cultural, a su taller de Narración Oral, donde ha crecido…

Ella dice que gracias a la maestra Zaida Montels aprendió a expresarse mejor, a disfrutar de la literatura y a sumar nuevas palabras a su vocabulario; otras niñas del taller se unen a esa opinión y mientras la pequeña Laura cuenta la historia de dos pulgas ingeniosas, bromean, se educan y son felices.

Otros niños agrupados en las manifestaciones de teatro, música y danza, en el Conjunto Artístico Arlequín, echan a volar sus sueños, mientras crece su interés por las artes y se enamoran de los valores de la ciudad.

Así pude apreciarlo al pasar por las diferentes aulas, en el centro de Gestión Cultural. Asistí a una contada y luego participé en el montaje de una obra de teatro, donde el pequeño Alejandro Cid, nos confesó sentirse en familia cada tarde de ensayos.

Ya de retirada, en el salón para bailes

Estudiar, triunfar y ser felices, es la máxima que desde hace 20 años acompaña a los Arlequines camagüeyanos. Eso nos dijo la bailarina Zhamira Rodríguez, quien también creció en este sitio, primero en la narración y ahora en la danza. Ella asegura que la educación y las habilidades artísticas allí van de la mano y la preparan para un hermoso futuro.

Suena la música, el profe Osmary Fustiel hace una seña y todos lo rodean, hay que conocer sobre la música cubana antes de bailarla, por eso reúne a sus alumnos alrededor y hablan del son y sus raíces.

La mayoría de los niños muestran alegría en sus encuentros, además expresan que es la agrupación una gran familia; los que ya por su edad se fueron a nuevos proyectos, siempre regresan a conocer a los nuevos Arlequines y se mantienen vinculados a cada estreno.

Hacemos un aparte mientras avanza la clase de danza

Jessica Pulido es una exbailarina del Conjunto que formó parte del elenco desde muy pequeña hasta los 19 años, actualmente continúa bailando en una compañía en el balneario de Varadero y dice que aquí están sus primeros pasos en ese camino. Su agradecimiento es eterno al profesor y a la Oficia, que la tomaron de la mano y marcaron su destino.

La Oficina del Historiador con este proyecto cumple los sueños de quienes disfrutan de la cultura, mientras crecen apreciando lo más bello de sus tradiciones e historia.

Aunque la especialidad de danza es la que más conocida en el Conjunto Arlequín, hay voces que se educan a favor del patrimonio, y al celebrar este 19 de septiembre dos décadas de creación junto a los más pequeños, no hay mejor muestra que la de Alenna Rodríguez, que en menos de un año en el taller de música ya canta con soltura al medio ambiente, al sol, y quiere que todos los niños vivan su experiencia.

Después de este recorrido por las aulas donde se imparten las especialidades artísticas, pude disfrutar de actuaciones exclusivas para mí, la emoción me deja sin palabras, solo atino a agradecer por la deferencia. No hay dudas de que Arlequín retoña y seguirá vivo en el corazón de muchos.