Los orígenes del arte dramático y su encarnación en el actor distan en el tiempo y van de la mano con la historia de la humanidad como si fueran de la familia.
Desde Grecia hasta hoy este arte ha devenido en forma de expresión, protesta social y magia artística. Constituye un todo bien estructurado que a veces cuesta definirse las partes.
En nuestro país la actividad teatral tiene raíces muy fuertes, me atrevo a decir que desde los aborígenes con sus areitos y presentaciones mágico religiosas ya había un pequeño embrión del teatro. Él siempre ha latido en la personalidad de cada individuo de diversas formas; y mezclándose con todos los géneros artísticos.
Pero no fue hasta el siglo XIX que nuestro teatro tomó características propiamente cubanas y se puso al lado del pueblo, antes de la fecha se observaban escenificaciones en las fiestas del Corpus Christi u otras festividades religiosas.
Para los años 1868 en adelante el trasfondo de las luchas por la liberación y la transculturación de nuestra raza tomaron protagonismo en las obras teatrales.
Para ese entonces el país se transforma en una plaza cultural de primer orden; pero contradictoriamente con la circunstancias, el artista cubano se censuraba por sus ideas; por lo que comienza una pugna teatral abierta contra la metrópolis, en una lucha constante por nacionalidad cubana.
Así pasó el tiempo hasta que triunfó la revolución y todas las obras sociales con esencia justa y democrática se respaldaron en la voz del pueblo, una de ella la constituyó el teatro que dio prolíferos dramaturgos y artistas teatrales.
Por primera vez está manifestación vio reflejada sus demandas y proyecciones de trabajo, la coyuntura histórica estaba a su favor, y se ha mantenido de esta forma, pues el teatro cubano continúa experimentando conceptos de espectáculos escénicos con mezcla de géneros diversos; marcando la diferencia e imponiendo su sello cien por ciento cubano en las tablas dentro y fuera de Cuba.
Hoy ante la pandemia que azota el mundo, el COVID 19, todos los países luchan porque la raza humana se salve; y con ella los artistas de todas las nacionalidades regalan su arte a través de las plataformas digitales con la creatividad que los caracteriza; pues el teatro en momentos de crisis también sabe celebrar su día.