El Ballet de Camagüey no solo distingue por su trayectoria y maestría sobre el escenario, sino por la majestuosidad de su sede.
Se dice que en los primeros años del siglo XIX llegó a la ciudad un hombre al que apodaban como el Ñato Fernández, del cual se rumoraba tenía un pasado vinculado a la piratería. Ñato se asentó en el lugar donde hoy está ubicada la sede del Ballet de Camagüey, y allí construyó la casona.
Historia de una bella edificación
La vivienda, localizada en la barriada de La Caridad, apareció primeramente en el Registro de Propiedad como “Cerería de Blanqueo”. En 1895 fue nombrada “Quinta La Feliz” por Macedonio de Varona, quien comenzó a ser el propietario por compraventa en ese período. Las hijas del matrimonio entre Don Macedonio y Doña Orfelina González, heredaron la casa luego de la muerte de sus padres en 1922. Así, Esperanza de Varona y su hermana Fe, vivieron por mucho tiempo en la Quinta.
Con el triunfo de la Revolución, en 1959, se inician reformas en el orden social y económico. Fruto de estas se dictó la Ley de Reforma Urbana en octubre de 1960. Tres años más tarde, después de que el matrimonio Cardona Arteaga emigrara, propietarios por aquel entonces del sitio, la Villa fue ocupada por las oficinas Provinciales de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Luego funcionó como Estado Mayor de las unidades militares de ayuda a la producción, hasta que se convirtió en Palacio Provincial de los Pioneros.
De Villa Feliz a sede del Ballet
En 1974 Villa Feliz acoge al Ballet de Camagüey, agrupación danzaria dirigida por Regina Balaguer en la actualidad y que mucho debe al maestro Fernando Alonso. La compañía constituye un alto exponente del arte tanto a nivel nacional como mundial, y ha sido reconocida así en diversos escenarios internacionales. El inmueble no solo resulta un espacio funcional para el desarrollo artístico, sino que alberga múltiples valores arquitectónicos e históricos. Entre zapatillas de ballet, mallas, giros y coreografías; el edificio no ha dejado de ser una villa muy feliz, gracias a la naturaleza de su actual cometido.