Decimos no al abuso y maltrato hacia el adulto mayor

Foto: Cortesía de la autora
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Por: María de Lourdes Méndez León

Las personas envejecen de múltiples maneras, dependiendo de sus experiencias, eventos y transiciones afrontados en el curso de sus vidas.

Generalmente se considera un adulto mayor a personas de 60 años o más. Este proceso natural trae consigo  cambios a nivel social, como la falta de convivencia generacional, disminución de las relaciones sexuales, pérdida de seres queridos o síndrome del nido vacío. También ocurren cambios psicológicos que afectan la salud mental, emocional y física  de los adultos mayores, de los cuales muchos se adaptan eventualmente a los cambios, pero otros no, lo cual es importante reconocer y tratar. Dentro de las características principales del envejecimiento están:

  • Ritmo de actividad más pausado.
  • Problemas del sistema excretor.
  • Cambios en las necesidades metabólicas.
  • Envejecimiento celular.
  • Limitaciones sexuales y sociales considerables.
  • Distinta autopercepción.

A estos cambios se unen en algunas ocasiones situaciones complejas de maltrato y abuso hacia las personas de la llamada tercera edad. Esta afectación es un fenómeno que ocurre a nivel internacional.

Cuba es uno de los países latinoamericanos más envejecidos, lo cual constituye una preocupación y requiere de una acción cooperativa y solidaria a todos los niveles donde se tracen políticas y estrategias en esa dirección.

El 15 de octubre, mediante el decreto 109/2024 “Sistema Nacional para el cuidado integral de la vida”, se acometen diferentes acciones encaminadas a proteger al adulto mayor en Cuba.

El Programa de Atención al Adulto Mayor se enfoca en el desarrollo  y la implementación de políticas, planes y normas que rigen esta actividad con el objetivo de atender las necesidades físicas, mentales y sociales de este grupo etario.

Dentro de los hábitos saludables de vida para los adultos mayores se encuentran:

  • Dieta saludable.
  • Eliminar consumo de sustancias tóxicas.
  • Dormir bien.
  • Práctica sistemática de ejercicios físicos.
  • Tomar abundante agua.
  • Evitar el estrés.
  • Acudir a círculos de abuelos u otros espacios donde puedan tener intercambio social adecuado.

La Casa Finlay y el adulto mayor

Nuestra institución, proyecto sociocultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad, tiene dentro de sus objetivos de trabajo mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera edad a través de varios proyectos convirtiéndonos, además, en promotores de ciencia, historia y salud ambiental.

Entre estos proyectos se encuentran:

  • Encuentro con la Historia (aglutina enfermeras jubiladas que transmiten a las nuevas generaciones vivencias de su profesión).
  • Arteterapia (contribuye al mejoramiento de pacientes con discapacidad intelectual, cognitiva, sensorial o con trastornos mentales a través de la rehabilitación social).
  • Consulta de Defectología (atender y orientar a los adultos mayores de acuerdo a sus necesidades e intereses de forma diferenciada).
  • Aprendiendo a vivir con Párkinson (rectorado por un especialista en neurología al que se integra un equipo multidisciplinario de psicólogos, dietistas, nutriólogos, fisiatras, psiquiatras, entre otros, para dar tratamiento especial e información a las pacientes, familiares y cuidadores).
  • Club de los 120 años (orientación de estilos de vida saludables para garantizar una longevidad satisfactoria).
  • Comunidad de Alcohólicos Anónimos (contribuye a la recuperación de estas personas, así como también se le da tratamiento a la familia para incentivar su asistencia y cumplimiento de las indicaciones de los facultativos para lograr la desintoxicación y la continuidad de la sobriedad).
  • Orientación general de salud en función de la dieta macrobiótica (encaminada a ofrecer un correcta información sobre el estilo alimentario adecuado para la tercera edad, propiciando el conocimiento sobre características y propiedades de elementos necesarios en la nutrición así como la prevención de enfermedades).
  • Vida sana (incluye no sólo la práctica del Tai-chi, sino también elementos teóricos a través de conferencias, charlas e intercambios organizados por un especialista de la Asociación de Wu Shu en la provincia).

El colectivo de la institución, como parte de su objeto de trabajo, mediante estos proyectos y otras actividades mantiene especial atención y dedicación al adulto mayor, haciendo énfasis en las familias. Además, vinculamos a otras instituciones para sistematizar el cuidado de nuestros ancianos.

Así contribuimos a la concientización de estos comportamientos a nivel social. Decimos no al maltrato y abuso que en ocasiones se cometen con este grupo etario vulnerable a nivel internacional y trabajamos para evitar que en nuestro país se acometan estos hechos detestables.

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