El 24 de febrero de 1929 a las cuatro de tarde, en un contexto de celebraciones patrias, el centro de Veteranos de la ciudad de Camagüey líderó la inauguración del Obelisco, que desafía el olvido de los inmolados por la Patria durante la Guerra de los Diez Años.
La prensa de la época, El Camagüeyano, recogió el conmovedor momento del proceso de inauguración del Obelisco. En horas de la tarde, luego de la inauguración del monumento al Libertador Desconocido — que aconteció en la mañana — se reunieron en el Centro de Veteranos las instituciones sociales citadas para realizar la peregrinación por la calle Avellaneda, junto al pueblo
Peregrinación hasta el Obelisco
Se inicia en la calle Avellaneda hasta donde está el sencillo Obelisco levantado al lado izquierdo del entonces Hospital General, hoy Hogar de Ancianos.
Con el siguiente orden:
Banda militar
Alumnos del Instituto de Segunda enseñanza
Ejército Nacional
Veteranos de la Independencia uniformados
Autoridades
Policía Municipal
Cuerpo de Boy Scouts
Escuelas públicas
Escuelas privadas
Instituciones
Bomberos
Pueblo en general
Una súplica
Los Veteranos les explican a los vecinos de las calles por donde va a pasar la manifestación patriótica, que encortinen con colgaduras y banderas nacionales los frentes de sus casas. También ruegan a las personas que asistan provistas de una flor para el pedestal del monumento.
Se devela el monumento sencillo
Una vez develado, hicieron uso de la palabra los señores Veteranos: Eusebio Cantero y Emilio Luaces. El general Pedro Betancourt, presidente del Consejo Nacional de Veteranos de la Independencia, quien visitó durante todo el día las inauguraciones patrias expresó:
“Vine a Camagüey con motivo de las ceremonias efectuadas aquí, conmemorando las fechas de ayer [24 de febrero] y sinceramente tengo que declarar que los actos todos del día, entre los que tuvieron un alto relieve la inauguración del monumento al Libertador Desconocido, la inauguración del dispensario Dental Escolar y el conmovedor recuerdo de los mártires fusilados por la causa de la independencia, me ha conmovido profundamente, no solo por su alta significación patriótica, sino porque pude observar la unción, el recogimiento y el espíritu conmovido de todos mis paisanos, los que en número crecido asistieron a estos actos.”
Una crítica del general Betancourt al alcalde… ¿solapada?
“El señor Alcalde municipal, quien por sus muchas ocupaciones no pudo hacer acto de presencia en esas ceremonias, ha tenido conmigo la cortesía de designarme para que me atendiera el oficial de la policía, señor Reinerio González, quien no se ha separado ni un solo momento de mí y me ha atendido en todas las ocasiones, facilitándome todas mis gestiones por la eficaz ayuda que me ha brindado.”
Palabras de elogio
“El gobernador provincial Antonio Villena no se ha limitado de tener conmigo las cortesías oficiales correspondientes a mi carácter de Representante del presidente de la República…”
“…mi agradecimiento a las personas citadas y, en general para la sociedad camagüeyana en pleno, ya que por todas partes he recibido más que impresiones de sincera simpatías.”
Legado
Hoy, cada 24 de febrero, las escuelas que se encuentran a su alrededor tributan merecido elogio a los que derramaron su sangre por la independencia de Cuba. Entre ellos se encuentra el hijo del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes: Oscar Céspedes. No serán nunca olvido.
Bibliografía
El Camagüeyano, 1929, enero-marzo.