El bólido camagüeyano que estremeció las pistas: Rafael Fortún Chacón

Foto: Cortesía de la autora
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La respiración contenida antes del disparo, la colocación de los pies en el bloque de arrancada según la altura del sprinter, la concentración para salir a tiempo y no en falso, el uso de los brazos, el ángulo de partida, la segunda inspiración contenida para redoblar los esfuerzos faltando 40 metros, más los dones naturales de Rafael Fortún para la velocidad, hicieron el milagro.

Nació en la otrora calle Estrada Palma no. 73, en la ciudad de Camagüey, el 5 de agosto de 1919. Hijo de Rafael y Francisca. Para ganar su sustento trabajó en la imprenta del periódico “La Región”, donde logó ser cajista.

Sus inicios como deportista comenzaron en unas competencias en el Club Ferroviario.  Descalzo se desempeñó asombrosamente en el salto alto. Decidió después de esa experiencia especializarse como corredor de distancias cortas, atendiendo a sugerencias de varios expertos en deportes. Siempre entrenó corriendo descalzo, en el Casino Campestre y sus alrededores, hasta que el sacerdote Pedro Jaime Massaguer le obsequió sus primeros zapatos de carrera.

Lauros

Ha sido tres veces campeón en Juegos Deportivos Panamericanos y tres veces titular en Juegos Centroamericanos y del Caribe. Alcanzó en total cinco medallas de oro y tres de plata.

En los Juegos Inter Antillas efectuados en San Juan, Puerto Rico, en 1944, logró medallas de bronce en la carrera de 200 metros y en salto alto -con marca de 1,88 metros.

En diciembre de 1946 formó parte de la delegación cubana a los V Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla, Colombia, en los que estableció récord de velocidad en los 100 metros planos con marca de 10,4 segundos.

Igualmente en los Juegos Olímpicos de Londres se impuso en los 200 metros con 21,6 segundos y terminó con presea de plata en el relevo 4 x 100 metros. En los VI Juegos Centroamericanos y del Caribe, efectuados en Guatemala durante febrero y marzo de 1950, superó su velocidad anterior al correr 100 metros planos en 10,3 segundos.

En marzo de 1954, en los VII Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Ciudad de México, ganó medalla de oro en 100 metros planos con 10,5 segundos, y medalla de plata en la carrera de relevo de 4 x 100 metros, y de Chicago, en 1959, donde se impuso en las pruebas de 100 metros planos.

Antes de ese tercer triunfo en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Fortún había participado exitosamente en dos Juegos Olímpicos; el primero en 1948 en Londres, donde llegó a seminales, y en 1952 en Helsinki.

Considerado el mejor corredor de distancias cortas de América, se mantuvo como campeón absoluto de las carreras de 100 y 200 metros planos durante ocho años, de 1946 a 1954. Mantuvo su récord nacional de 100 metros planos -de 10,3 segundos- de 1950 a 1960, y el de 200 metros planos – de 21,2 segundos- de 1951 a 1965; durante catorce años

Decidió por Cuba

Quince días antes de los juegos de Buenos Aires había quedado cesante de su modesto puesto en el Ministerio de Obras Públicas, así que a su paso por San Juan -en su viaje de regreso a Cuba-, pensó establecerse en Puerto Rico, pues allí le ofrecieron ventajosas oportunidades: una beca para cursar estudios universitarios de ingeniería mecánica o de cultura física, con alojamiento y ayuda económica, y un buen contrato para participar en algunos eventos deportivos. Decidió volver antes a Cuba para visitar a su familia, y cuando llegó a La Habana supo que la irritada opinión pública y la prensa habían obligado al ministro de Obras Públicas a declarar que había sido un error su cesantía, y a emplearlo nuevamente, en un puesto mejor remunerado. Rafael Fortún decidió entonces permanecer en su país.

Trascendencia del Ciclón del Caribe

Transmitió sus experiencias a nuevos valores del atletismo cubano como Enrique Figuerola, Miguelina Cobián, Alberto Juantorena. El Palacio de los Deportes de Camagüey lleva su nombre Rafael Fortún. Un merecido reconocimiento a esa gloria del deporte cubano, tricampeón en Juegos Deportivos Panamericanos y también tres veces titular en Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Fue elegido entre los 100 mejores deportistas cubanos del Siglo XX; y exaltado al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo. Tricampeón en Juegos Deportivos Panamericanos y también tres veces titular en Juegos Centroamericanos y del Caribe.

El 22 de junio de 1982 a los 62 años falleció en la ciudad de Camagüey, en una batalla impar contra el cáncer.

Bibliografía

Periódico El Camagüeyano. 1954

Rafael Fortún, Enciclopedia de Historia y de Cultura del Caribe.

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