El pensamiento antiesclavista tiene en el Decreto de Sibanicú un destacado momento, al ser un pronunciamiento que evidencia el criterio de los camagüeyanos y respalda la proclama emitida por Carlos Manuel de Céspedes el 27 de diciembre de 1868, en Bayamo.
El histórico pronunciamiento es realizado por la Asamblea de Representantes del Centro, institución que agrupó a la insurrección mambisa de esa región, el cual contó con la asesoría del joven abogado Ignacio Agramonte.
Entre sus integrantes también se encontraban Salvador Cisneros Betancourt, Eduardo Agramonte Piña y Francisco Sánchez Betancourt. Asimismo, fue calificado años más tarde por Manuel Sanguily como “la más decisiva conquista de aquella década olímpica”.
Un solo propósito
No obstante que coincidieron ambos planteamientos en la abolición de la esclavitud, una clara diferencia se observó entre ellos. Mientras la proclama del Padre de la Patria abogó por una eliminación gradual; el decreto, de forma contundente, lo hizo por una abolición radical, sin condicionamientos, más allá de la indemnización a los propietarios afectados.
De esta manera, se aprecia el peso de las condiciones socioeconómicas regionales -El Camagüey ganadero y el Oriente más azucarero y cafetalero-, y también de los intereses colectivos y particulares.
Igualmente, es válido resaltar que el camino seguido por los principeños tenía un claro antecedente protagonizado por Joaquín de Agüero, por lo que la actuación camagüeyana no fue un elemento aislado.
El camino hacia Guáimaro
Sin duda alguna, marcó las bases sobre las que se sustentaron las posteriores discusiones del tema que tuvieron en la Asamblea de Guáimaro, efectuada el 10 de abril de 1869, un momento trascendental, pues la carta constitucional en su artículo 24 declara que “todos los habitantes de la República son enteramente libres”. De igual manera, en dicha asamblea salieron a relucir las posiciones asumidas.
Abolición formal
A pesar de todas las acciones realizadas y del rol desempeñado por los negros y mestizos durante las gestas independentistas, la abolición formal y completa de la esclavitud se produce varios años después, en 1886, con el decreto que derogó la Ley de Patronato aprobada el 13 de febrero de 1880.
Conclusiones
El Decreto de Sibanicú no solo constituyó un paso importante para la posterior abolición de la esclavitud, sino que demostró, además, la singularidad de la región en este aspecto y la importancia del elemento negro en la guerra.
Fuentes:
– ACN. “Un paso importante por la abolición de la esclavitud en Cuba”. Agencia Cubana de Noticias. Del 4 de febrero del 2017.
– Fernández Madruga, Yang. “Francisco Sánchez Betancourt, servidor de su patria”. Periódico Adelante del 23 de septiembre de 2020.
– Wejebe Cobo, Jorge. “Abolición de la esclavitud, esencial para la lucha independentista”. Periódico Adelante del 26 de febrero de 2020.
