El desembarco de Sabanalamar

Foto: Cortesía del autor
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Frasquito Agüero bolivariano

Mientras un puñado de valientes principeños se desplazaba entre Colombia y Perú, al tiempo de encontrarse en Venezuela con El Libertador Simón Bolívar, el camagüeyano Frasquito Agüero Velazco y su primo Alonso Betancourt y Betancourt hacían gestiones para recibir aprobación al apoyo armado venezolano, con el cual podría insurreccionarse a la Mayor de las Antillas y obtenerse la independencia de España.

Frasquito había colaborado estrechamente con Alonso Betancourt para garantizar el éxito de la llamada “Expedición de los Trece”, que significaba la cantidad de letras de la palabra Independencia que aludía al número y al nombre de los integrantes de la expedición que debía explorar el sureño litoral cubano y seleccionar el sitio geográficamente conveniente, alejado de la vigilancia costera española -para facilitarse el desembarco de los siete navíos de la fuerza expedicionaria venezolana en apoyo de los patriotas cubanos e iniciarse la insurrección total.

Los trece integrantes eran Alonso Betancourt, Ramón Guerra, los hermanos Mariano y Bartolomé Castillo, los coroneles de Colombia, Juan José de Salas y Juan de Betancourt, Santiago Zambrano, Francisco Desa, Fernando Betancourt, un “indio” peruano de nombre desconocido -asistente del coronel Salas- cinco ingleses, y el capitán de la balandra inglesa Margaret, Mrs. Dolphy.

Colombia había asignado a sus oficiales Salas y Betancourt para la riesgosa misión, que no debía ser descubierta por los buques patrulleros españoles.

El acercamiento costanero sucedió en marzo de 1826, mientras, en la ciudad de Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey, Frasquito era apresado por las autoridades españolas hasta ser llevado a la horca después del sumario, junto con su compañero y delator Andrés Manuel Sánchez Pérez.

Su muerte fue una gran pérdida, y más lamentable aún perderse contactos y documentación secreta, además de todos los planes coordinados con el resto de los núcleos de patriotas, quienes esperaban por la alarma de la lucha de generalizada.

En los Estados Unidos, adonde viajó para estar un año en preparativos en la ciudad de Filadelfia, en 1823, quedaron aguardando por él sus compatriotas Gaspar Betancourt Cisneros, los hermanos trinitarios José Aniceto y Antonio Abad Iznaga Borrell y demás hombres salidos de Cuba.

De dicha urbe norteamericana partió en la goleta Sofía hacia Maracaibo, arribando a su puerto el 16 de mayo de 1825. Tras encontrarse con militares colombianos y venezolanos retornó al puerto de Kingston, en Jamaica. A bordo de la balandra británica Maryland partieron hacia Cuba, Frasquito Agüero y el mestizo Andrés Manuel Sánchez, el 11 de enero de 1826, hasta arribar al estero de Sabanalamar -cercano al puerto de Santa Cruz del Sur, en la región de Camagüey, el día 20 de enero de ese propio año.

Vale señalar que Frasquito dejó creada en suelo de Colombia una organización masónica de fines conspirativos independentistas, con el nombre de la “Arcana Globa de Mara, Orden Chimborojana y de Círculo de la Esfera”, cuyo objetivo era incorporar a la mayor cantidad posible de interesados en la independencia de la Isla, no importaba su origen nacional.

Fue su anhelo mayor. Por esa causa irrenunciable por Cuba, murió mientras su cuerpo oscilaba en la horca, levantada en la Plaza de Armas de su ciudad natal ante unas pocas miradas de curiosos y las de sus matadores españoles, a quienes no les importó que su verdadero padre, el regidor del Ayuntamiento Pablo Antonio de Betancourt y Agüero y su madre Josefa de Velasco y Agüero y demás familiares residieran en casas ubicadas a escasos metros de esa plaza central de la ciudad.

Tampoco les interesó desaparecer los cuerpos en el Primer Tramo del Cementerio General de Puerto Príncipe, en tumbas secretas, donde nunca supieran sus familiares.

Pero la muerte de Frasquito no fue en vano. Otros principeños siguieron su ejemplo y sus luchas. El más consecuente a su memoria y a su sacrificio fue el Lic. José Agustín Arango y Ramírez.[1] Después, seguirían otros obstinados luchadores.

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[1] El esfuerzo de los camagüeyanos por la independencia cubana del colonialismo español con apoyo de Bolívar está contenido en la obra José Agustín Arango Ramírez. Entre los precursores de la independencia cubana, del autor de este artículo.

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