El Guiñol de Camagüey, 61 años sobre el escenario

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El Teatro Guiñol de Camagüey es uno de los mayores referentes del espectáculo de títeres en Cuba. Sus antecedentes se encuentran en la creación de varios grupos de titiriteros en la década del cincuenta del pasado siglo, aunque no es hasta 1962 que se materializa el proyecto en Camagüey, luego de un curso impartido por artistas del Guiñol Nacional.

La primera obra presentada por el naciente grupo de teatro fue La Margarita Blanca, dirigida por Pepe Carril. La intención no era solo mostrar su talento en las principales salas de la provincia, sino llegar, con su retablo portátil, a los más diversos rincones del territorio.

Muchos fueron los directores y actores que marcaron su huella en el Guiñol de Camagüey, pero es quizás bajo la dirección de Mario Guerrero Zabala que comienza la etapa de mayor esplendor del conjunto.

“Indiscutiblemente los momentos de mayor importancia son a partir de que Mario regresa de estudiar teatro en la antigua Unión Soviética y comienza su etapa como director artístico -ya con anterioridad había sido actor del Guiñol. A partir de entonces, hay un cambio total de la estética y los resultados. Mario logró con su primera obra, Balada a un Pollito Pito, situar a la compañía como una de las mejores del país”, comenta Jesús Rueda, actual director del Guiñol de Camagüey.

Obras como la propia Balada para un Pollito Pito, Patito Feo, Sencillamente Amor, Ikú y Elegguá y Los Ibeyis y el Diablo han sido multipremiadas en distintos Festivales Nacionales de Teatro para niños y adolescentes.

El Guiñol de Camagüey también ha pasado momentos difíciles, pero a pesar de ello no ha cesado en su empeño de entregar su arte al público. En la actualidad, tienen en cartelera la obra Juego de Sombras y trabajan en un nuevo montaje.

“Estamos trabajando un espectáculo para niños, escrito por Eddy Díaz Souza y titulado El Príncipe y el Mar, que está en proceso de creación y que esperamos tener listo para mediados de marzo o abril”, agrega Rueda.

Tocar el corazón de los más jóvenes y sacarles una sonrisa, legarles un aprendizaje o fomentar sus valores sigue siendo una de las premisas fundamentales del Guiñol de Camagüey después de 61 años. Desde los ensayos hasta las presentaciones, la entrega de este colectivo es total, porque lo hacen conscientes de la exigencia e importancia de su público.

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte. Fan de los deportes, el cine y la música cubana. Catcher del equipo de softbol de la Prensa de Camagüey, actualmente los subcampeones de Cuba. Encargado de realizar los materiales televisivos en Audiovisuales Príncipe, Grupo de Comunicación de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey.
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