El médico de los Radios

Fotos: José Antonio Cortiñas Friman
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Hace algún tiempo andaba buscando esta historia, solo que las coordenadas no eran eficaces, finalmente encontré al popular Médico de los Radios Antiguos.

Los oyentes de Radio Camagüey, Haydé Morel y Joaquín Cisneros, en una ocasión me habían llamado al programa Mosaico Azteca, para saludar y agradecer a Enrique Molina, no el actor, sino al que hace magia para devolver la vida a estos viejos radiorreceptores de marca VEF, que a través de la onda corta permiten que llegue cada día a sus hogares nuestra señal.

Con enorme alegría me comentaron que había un técnico de electrónica, que con su empeño recupera estos equipos tan importantes, sobre todo para los abuelos, que buscan compañía en la radio.

El médico

Enrique Molina Yordi, viaja cada amanecer 27 km desde la comunidad de San Serapio, hasta su taller Ilusión, ubicado en la céntrica calle Republica. Desde 1970 dejó de ser maestro primario para adentrarse en el complejo mundo de la electrónica, según él es un placer poder ganar una sonrisa de sus usuarios que son mayormente de la tercera edad.

A Molina no hay radio de origen soviético que se le resista en hablar, dice que esta es su especialidad por los años de labor que son más de 40, pero también arregla mandos de televisores, relojes de batería, lámparas recargables, grabadoras y otros equipos para el sonido.

¿De dónde salen piezas para estas antigüedades?

La palabra de orden es recuperando, de cualquier componente de otros aparatos en desuso, él busca como adaptarlos y restablecer la función que se haya averiado.

Así hace precios módicos a los trabajos que realiza, mientras pone en práctica sus conocimientos acumulados; primero en el antiguo taller Radio-26 y luego por cuenta propia. Suficientes para discernir, solo por el sonido del “aparato”, si es falla de audio o del sistema integrado.

No en vano su clientela, que ya es bien amplia, comenta sobre el médico de los Radios y de oyente a oyente, se pasan la dirección de este inusual consultorio, donde al decir del especialista: la mejor receta es ver a cada anciano marcharse alegre, porque ya pude continuar escuchando el programa y la música que les alegra el día.

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