El Movimiento 26 de julio presente en el Camagüey

Foto: misiones.minrex.gob.cu
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Cuando los combatientes salieron de Isla de Pinos junto con nuestro líder Fidel Castro Ruz, el 15 de mayo de 1955 en Batabanó, la Habana; acudieron al recibimiento de los camagüeyanos Cándido González Morales, Calixto Morales, Raúl García Peláez, Manuel de Jesús Lefrán y Humberto Rodríguez Manso.

Estos cinco agramontinos estuvieron siempre dando su paso al frente en la batalla contra la dictadura de Batista, siendo así que días después de los sucesos del Moncada se reúnen con Raúl y Fidel, en la capital del país para recibir orientaciones de cómo se guiaría la lucha hacía una libertad tan deseada.

La necesidad de cambios sustanciales en el país tras los sucesos del Moncada, dieron la idea de incrementar en el territorio la lucha revolucionaria siendo así que en los meses de julio y agosto de 1955 se reúnen en la quinta “Mi Ranchito”, perteneciente a la familia García Peláez, en el kilómetro 13 de la carretera de Vertientes; donde tuvo lugar la fundación del Movimiento 26 de Julio en la provincia de Camagüey.

Su primer coordinador en funciones fue Cándido González Morales, quien junto a otros dirigentes estableció contactos en los municipios con los elementos más radicales de la ortodoxia, para ir estructurando el Movimiento 26 de Julio.

Se fueron ejecutando las primeras tareas entre las que se hallaban la propagación de las ideas de la generación del centenario; así como la captación de los militantes como base para su actuación, la creación de fondos con destinos al funcionamiento de todo el Movimiento y la interrelación con las demás fuerzas revolucionarias de Camagüey.

Otras tareas

Paralelo a este importante periodo organizativo, se fueron constituyendo las brigadas juveniles del Movimiento, las cuales tenían como objetivos principales: nuclear a la juventud estudiantil y obrera en derredor del M-26-7; dirigirlos en las actividades de agitación durante conmemoraciones de fechas patrias, pintar letreros contra la tiranía, efectuar denuncias públicas a través de la prensa radial y escrita,  adiestrar a los jóvenes en el manejo de las armas que iban consiguiendo y en la organización de sabotajes.

De esta forma se organizaba un importante eslabón del movimiento contando como primer ejecutivo de las brigadas a Jesús Suárez Gayol como su jefe.

Al resumir esta etapa inicial se pone de manifiesto la intensa labor organizativa llevada a cabo por el M-26-7 y otras organizaciones revolucionarias en la provincia, en la que se destacaba la figura de Cándido González.

Desde Camagüey

El proceso de la lucha armada, iniciado por Fidel en el Moncada, cobraba adeptos en Camagüey, principalmente entre los elementos más radicales de la juventud. El movimiento supo aprovechar la situación revolucionaria creada por las protestas juveniles y obreras, respaldadas por la población en repudio al régimen imperante.

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