A Camagüey igual que a otras regiones cubanas llegaron emisarios martianos del PRC para conversar, analizar y concertar los preparativos de la futura contienda, entre ellos el comandante Gerardo Castellanos Lleonart, Porfirio Batista Varona, Manuel de la Cruz y Arturo Malberti, quienes se entrevistaron con algunos lugareños muy decididos, otros escépticos y hasta otros reacios a colaborar.
En la organización de la nueva contienda independentista cubana un hecho distingue la etapa; la fundación en Nueva York por José Martí-no por casualidad, sino como expresión de continuidad patriótica – el 10 de abril de 1892, del Partido Revolucionario Cubano, su objetivo era bajo principios democráticos nuclear a todos los cubanos y puertorriqueños para obtener la independencia de las Antillas y establecer una República justa.
Los artículos y Estatutos del PRC evidencian la intención martiana de proclamar al pueblo las razones de la guerra y los derechos como ciudadanos en la futura República, aspectos distintivos de la unidad que se requería para alcanzar tan loable meta, y a la vez expresión de la diferencia con relación a otros partidos políticos de su época.
Precedentes
Dos días antes del nacimiento del PRC había sido confirmada la designación de José Martí como Delegado de la organización, mientras Benjamín Guerra y Gonzalo de Quesada Aróstegui, fungirían como tesorero y secretario respectivamente. Destaca que un camagüeyano y un descendiente de la región principeña compartan responsabilidad importante junto a Martí en la organización.
Enrique Loynaz del Castillo, miembro también de familias ilustres camagüeyanas, y colaborador cercano a Martí en la emigración, en sus Memorias de la guerra señala que imprime y envía con entusiasmo las bases y Estatutos secretos del PCR a los patriotas Salvador Cisneros Betancourt, Francisco Sánchez Betancourt, Paco Recio, Luis Mola, entre otros.
para conversar, analizar y concertar los preparativos de la futura contienda, el comandante Gerardo Castellanos Lleonart, Porfirio Batista Varona, Manuel de la Cruz y Arturo Malberti, fueron algunos de ellos, quienes se entrevistaron con Alejandro Rodríguez, Salvador Cisneros Betancourt, Francisco Sánchez Betancourt, etc.
Diversos sucesos durante los años 1892-1895, están relacionados con los preparativos camagüeyanos para secundar el alzamiento independentista. Comparto dos acontecimientos que permiten rebatir el estigma a veces insuficientemente estudiado de que el Camagüey no quería la guerra.
Uno, se encuentra relacionado con la muerte del patriota Francisco Sánchez Betancourt en 1894, en cuyo sepelio participó la juventud camagüeyana, que evidenció la continuidad de los ideales patriota.
Mientras los alzamientos desde marzo de 1895 de Luis Suárez en el central Senado, Mauricio Montejo y Justiz en el central Lugareño, Rafael Labrada en Sierra de Cubitas, Francisco Recio López del Castillo y Mario García Menocal en Santa Cruz del Sur, unido al de Salvador Cisneros Betancourt en Las Guásimas de Montalbán, -el más divulgado por el liderazgo del veterano independentista-, permiten reflexiones desde matices económicos, políticos y sociales más objetivas. Al revisar la obra martiana, ver a mujeres, hombres, paisajes y acontecimientos históricos del Camagüey reflejados en la misma, los lugareños sentimos orgullo de la deferencia que el Maestro tuvo con la región, en especial durante su labor de preparación de la Guerra Necesaria.
Indiscutiblemente la presencia de camagüeyanos a su lado y las indagaciones realizadas por Martí le permiten acercarse a nuestra realidad con palpable fidelidad.