El 10 de enero de 1923 sale a la luz el primer número de la revista Lis, publicación literaria, artística y social local; fundada, dirigida y diseñada por Nicolás Guillén Batista. Aunque tuvo una efímera existencia de solo 18 números publicados decenalmente, según Ángel Augier, con ella Guillén demuestra que su vocación periodística ya era tan poderosa como la literaria.
En ese sentido, como afirma la periodista camagüeyana Yanetsy León, existe una carencia de estudios acerca de su obra periodística, por lo que no se ha valorado en su justa medida. Para algunos, prevalece su condición de literato frente a un periodismo ejercido por necesidad; mientras Augier lo considera como el periodista que ejerció hasta poco antes de su muerte.
El periodismo en Lis
Lis es precisamente una revista en la que también hace gala de esta vocación. Si bien cuenta con diferentes secciones fijas como: Academia Politécnica, El cuento de Lis, Charla Científica, Chascarrillos, Deportes, Notas Sociales, Página Poética, Postal, Teatrales; en sus páginas aparecen artículos de diferentes temas culturales, históricos y didácticos.
Entre ellos se encuentran tópicos interesantes para la época como la instrucción femenina, y los sueños y anhelos de la Patria; de manera que foementaba el interés por el conocimiento y el amor hacia la nación y sus héroes.
Igualmente, en seis de sus 16 hojas responde a una necesidad objetiva de un grupo en particular: reflejar la vida sociocultural de las Sociedades de Instrucción y Recreo negras y mestizas. Sin embargo, el investigador José Manuel Villabella alega que la lucha contra la discriminación racial no tuvo en sus páginas todo el peso necesario; cuestión un tanto entendible si se comprende que esta publicación no pretendía convertirse en vocera de esas asociaciones.
Ahora bien, además de tener todas las características de una publicación periódica local, también recibió el apoyo y la colaboración de la intelectualidad del patio. Entre sus contribuidores pueden mencionarse a Félix Nápoles, Edmundo del Valls (Milla Chapellí), Tomás Vélez, Josefa Guillén, Abelardo Mola, Osacar Padrón Loynaz, José Armando Plá -quien elogia su presencia y a la directiva- entre otros, por lo cual fue muy bien recibida en el medio.
El ejercicio periodístico prevaleció frente a los materiales que abordaban los temas de literatura; pues del género fueron publicadas 149 colaboraciones, mientras que los literarios solo llegaron a 122, lo cual evidencia su verdadera tendencia.
Resumen final
La revista Lis ayudaría a Nicolás Guillén a perfilar su periodismo, el cual, sin duda alguna, perfeccionó con su trabajo desde las páginas de El Camagüeyano.
Fuentes:
– Adán Castaños, Yeni Yeisi. Nicolás Guillén y la revista Lis. http://www.ohcamaguey.cu/nicolas-guillen-y-la-revista-lis/
– Augier, Ángel. Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico crítico. Tomo I. Editora del Consejo Nacional de Universidades. Universidad Central de Las Villas, 1965.
– Villabella, José Manuel. Guillén: Romance de Pueblo Viejo. Editorial Ácana. Camagüey, 2013.