Entre cuerdas nace un nuevo canto a mi ciudad

Fotos: Cortesía de la autora
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Durante la Semana de la Cultura camagüeyana, asistí a un concierto en la sala José Marín Varona de esta ciudad. Quedé muy sorprendida y a la vez satisfecha, por la interpretación de varios temas de trova y danzón, llevados a formato de cámara, por una orquesta de jóvenes virtuosos que promediaban los 24 años.

Al finalizar la música y los aplausos sostenidos, sorteando al resto del público, logré llegar hasta el director de la Orquesta de Cámara MARBLY. Un joven de coleta encrespada, con traje blanco y una sonrisa de orgullo por el regalo que acababan de hacer a su querido Camagüey.

Su nombre es Adrián Cansino Rosell y la joven agrupación lleva solo un año y medio de creada. La conforman 8 músicos, en su mayoría graduados del conservatorio José White, quienes se distribuyen en: un contrabajo, una viola y un chelo, dos violines primarios, dos secundarios, y una guitarra, que puede alternar con otros instrumentos invitados.

Notas sobre las orquestas de Cámara

Debo comentar que las orquestas de cámara son agrupaciones de pequeño formato, compuestas principalmente por violines. Surgen alrededor del año 1750, para pequeños salones de los palacios reales; pero con el paso del tiempo fueron variando su composición con violas y violonchelos, algunas con acompañamiento de piano o guitarra, pero siempre sus instrumentos son de cuerdas.

Beethoven, uno de los músicos más relevantes, compuso 10 sonatas para violín en este formato, así como 5 para chelo, que son el modelo de partituras más interpretadas por sus seguidores.

Los intérpretes, bajo el estilo MARBLY (nombre que reúne las iniciales de los nombres de sus miembros) incluyen en su repertorio diversos géneros, adaptados al formato que defienden. Una manera original de unos jóvenes que se unieron para canalizar sus inquietudes creativas y hacer música clásica, tan carente en el panorama cultural del territorio.

Adrián

El director, compositor y arreglista de la orquesta es quien guía los ensayos, selecciona el repertorio… mientras impregna su estilo consagrado e impetuoso, de manera que cada interpretación conmueva al público.

Este músico autodidacta, con sólo 28 años, ya ha entregado 12 calendarios a las artes. Debe su evaluación profesional al Ballet Folclórico de Camagüey, donde también labora.

Al preguntarle sobre este reto de dirigir una orquesta que ya se coronó al musicalizar en vivo la obra del Ballet Contemporáneo con la cual esa compañía celebró su 20 aniversario, me dice que era una ambición general de sus miembros: amigos unidos por un deseo común, “regalar a su público melodías de todos los tiempos de manera culta y refinada”.

Su camino no ha sido libre de obstáculos, pero han logrado grandes éxitos en poco tiempo. Ahora montan un tema que presentarán al concurso convocado recientemente por la Oficina del Historiador, como parte de la campaña de comunicación por el  aniversario 510 de la fundación de la villa. Nace así un nuevo canto a mi ciudad.

La efeméride

Los que con su batuta hacen posible la ejecución de armoniosas melodías, celebran cada 13 de julio el Día Internacional del Director de orquestas, para homenajear al maestro alemán Carlos Kleiber, uno de los grandes directores del siglo XX, considerado precursor de las técnicas modernas de concierto.

A propósito de la efeméride, les presenté en la crónica de hoy a la orquesta camagüeyana de Cámara MARBLY, y a su joven director Adrián Cansino, quien con su moño atado a la nuca y su guitarra a la espalda recorre la ciudad buscando nuevas inspiraciones.

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