Entre números y sueños, una mujer y su patrimonio

Foto: José A. Cortiñas Friman
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Leticia Valentina Cruz Loyola, no es camagüeyana de cuna, pues fue su bello  Mayajigua, en el municipio Yaguajay, de la provincia de Santi Spiritus; quien la arropara un 14 de febrero del año 1967. Pero su amor por Camagüey y todo lo que le ha enseñado esta tierra; resulta colosal en su vida.

De sus orígenes  nos cuenta con emoción, porque a ellos debemos regresar para conocer a esa mujer osada que hoy es orgullo de la familia, compañeros conocidos .

“Mis padres: Máximo y Noraida, él, obrero del sector del transporte hasta su partida, mi ejemplo de responsabilidad y disciplina; ella ama de casa, la costurera de la familia y vecinos, ambos cariñosos, pero a la vez exigentes.

El transcurso de mi etapa de estudiante en la primaria la recuerdo con mucho cariño, con responsabilidades, participando en actos y marchas patrióticas, los estudios eran lo primero y puedo decir que fui buena estudiante, llegando a ser seleccionada vanguardia pioneril  a nivel provincial,  al terminar el 6to grado, por lo que opté por la Escuela Vocacional Ernesto Che Guevara en Santa Clara, donde estudié  la etapa de secundaria y preuniversitario. Luego entré a la Universidad Central de las Villas a estudiar la licenciatura en Economía Agropecuaria, graduándome en el año 1990,ñ.Comencé mi vida laboral  y desde entonces he transitado por dos centros de trabajo: el Motel San José de Los Lagos donde me desempeñé como jefe económica por 6 años y la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey, donde laboro hace 23.”

De cómo llegó a Camagüey y justamente a la Oficina del Historiador también nos comentó .

“Conocí a esta bella ciudad y a su gente, gracias a la magia del amor, cursando el primer año de la carrera en la Universidad de Las Villas, en el año 1985 .Conocí a un camagüeyano, con el cual  compartí 13 años de relación y padre de mi bien más preciado: mi hijo, con el cual  vivo. Es mi orgullo, trabaja y estudia cursando el último año de la carrera Gestión del Patrimonio.

El 14 de diciembre de 1997, había terminado mi licencia de maternidad y gracias a una amiga de la familia supe que estaban solicitando profesionales para trabajar en la Oficina del Historiador, la cual se encontraba en proceso de creación. Me presenté en la Oficina que en ese entonces radicaba en San Juan de Dios; fui entrevistada y posteriormente aceptada, con la condición que comenzara a trabajar a ver si me gustaba y el 8 de enero de 1998 fui contratada oficialmente. Al parecer no solo me gustó sino que quedé encantada hasta hoy. ”

Muchos son  los retos que ha enfrentado Leticia, a lo largo de estos años, en el seno de la institución; y como mujer de números nos los enuncia de manera bien objetiva:

  • Atender la actividad de gestión de cobros de la contribución a la Oficina, sin conocer la ciudad, gracias a mucho caminar y visitar entidades, puedo decir que la conozco.
  • Enfrentarme a una tarea totalmente nueva como fue dirigir el Departamento de Auditoría y Control de la Oficina por 10 años.
  • Dirigir la economía de la Oficina por 14 años, con todo lo que ello presupone y lograr un equipo de trabajo estable.

 

Y entre estos retos, por supuesto, existen momentos  inolvidables…

“Por mencionarte uno que me hizo comprender que éramos capaces de hacer cosas grandes  para la ciudad y sus gentes, te cuento que está  la reinauguración del Parque Agramonte, no sé explicar pero esa noche me marcó de manera grata.”

A muchas féminas su condición de mujer  le ha resultado un freno o un estímulo para su desempeño profesional ¿ Para ti cómo ha sido ?

“Sinceramente nunca me he detenido a pensar en ello, me refiero al tema del género, pero de manera general nunca he sentido freno para desarrollarme profesionalmente; solo tengo claro mis funciones y lo útil que puedo llegar a ser con mi trabajo. ”

En pocas palabras, qué significa la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey para ti.

“El lugar donde se permite soñar y realizar estos sueños. ”

Si tuvieses que cambiar algo, ¿qué sería y por qué?

“No cambiaría nada; ni en lo personal ni en lo profesional, creo que una gran parte de lo que soy y como soy se lo debo a la Oficina . Tener la dicha de trabajar al lado de personas valiosas que de ellos aprendo todos los días y me hacen ser mejor persona.”

Y porque hoy es el día donde se rinde homenaje a las mujeres de todas las latitudes; su  consejo para las nuevas generaciones de profesionales, resulta el mayor regalo.

“Por favor, cualquier cosa que vayan a ser o hacer realícenla desde el corazón.”

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