Si usted visita por primera vez Camagüey le recomiendo que no deje de pasar por el Parque José Martí, su entorno, reconocido como uno de los espacios fundacionales de la ciudad posee hermosas construcciones donde sobresale la sede de la antigua Escuelas Pías.
¿Desde cuándo funcionó el colegio? Sería tal vez la pregunta inicial, que nos alejaría de los meritos arquitectónicos que posee el sitio, uno de los más importantes dentro del repertorio del centro histórico porque en el edificio confluyen elementos estéticos neoclásicos, eclécticos y modernos en su fachada e interior.
La etapa educacional
La educación en la Cuba colonial constituía uno de los grandes problemas de la isla, los programas carentes de asignaturas que complementaran las básicas, insuficientes fondos destinados por los Ayuntamientos y la escasez de docentes incidían en un panorama alejado de las aspiraciones de los criollos, por ello muchos envían a sus hijos a estudiar a Europa o a los Estados Unidos de América.
El panorama no era diferente en Puerto Príncipe, los reclamos de la Diputación Patriótica local y de Gaspar Betancourt Cisneros en la prensa de la época reflejan la apremiante necesidad de encontrar soluciones para la educación en la región.
En 1852, por Real Orden de la Reina Isabel II, se decide crear dos colegios rectorados por los padres escolapios, uno radicado en La Habana y el otro en Camagüey. Dilaciones típicas para la ejecución de las órdenes metropolitanas conllevan a la apertura de las Escuelas Pías en la ciudad principeña seis años más tarde.
Indiscutiblemente la personalidad del padre Agustin Botey designado como director del nuevo centro educacional jugó un papel determinante, junto a su labor educativa dinamizó con el Ayuntamiento las labores de rehabilitación y adaptación del antiguo Convento de San Francisco- que se encontraba en un estado deplorable- lugar seleccionado como sede para las Escuelas Pías.
Fecha para la historia
La inauguración del colegio el 3 de mayo de 1858, fue un acontecimiento transcendental en la ciudad, en sus inicios comenzó con 40 estudiantes, su plan docente era bien restringido con asignaturas básicas como Matemáticas, Inglés, Teneduría y Latín. Destaca la presencia del padre Trías, sacerdote que permaneció gran tiempo en el colegio, a quien se le rindió homenaje con la tarja “Plaza del Padre Trías”.
La ampliación consecutiva de la obra por el incremento de los alumnos que llegaron a sumar más de 300 estudiantes en 1866, establece nuevos códigos estéticos. El siglo XX es testigo de la introducción de mejoras propias del periodo, y con ellos presentes la estética del estilo ecléctico y moderno.
Crece en la etapa republicana el plantel estudiantil y docente, las actividades por el centenario del colegio en 1958, recogidas en las Memorias de sus alumnos demuestra su significación en la ciudad. No obstante, se observa deterioro en la construcción en el interior y su fachada.
En 1961, a raíz de la intervención de los colegios privados, la sede de las Escuelas Pías acoge la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA), su deterioro progresivo condujo a una intervención en su fachada por la Oficina del historiador de la ciudad en 2004. En la actualidad en el edifico radica el centro escolar mixto Inés Luaces.
