Hace unos años atrás escuché por primera vez el nombre de Eugenio Molinet Amarós, a través de mi tío el Dr. Manuel Oliva Palomino, quien le hacía justicia por sus aportes en la sanidad militar insurrecta en la guerra de 1895.
El historiador e investigador Desiderio Borroto Fernández dedica un artículo al patriota en Cuadernos de historia Principeña no 2.
¿Quién fue este médico y combatiente que dejó una huella ineludible en la gesta independentista de 1895?
La respuesta breve puede ser escrita en pocas palabras, patriota guaimareño, que nace el 29 de marzo de 1865, alcanza su título como médico cirujano y farmacéutico el 11 de octubre de 1889 y puso a disposición de la patria desde 1895 en los campos insurrectos sus conocimientos y valor, entre otros méritos.
Sin embargo, pocas palabras no sirven para conocer su labor, los inicios profesionales en Melena del Sur, su contribución como médico, aportes en la Secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo, y como director de la Comisión de Lugares Históricos de la provincia de La Habana que le distinguen como hombre de su tiempo.
Labor imborrable
Se incorpora a la gesta independentista en 1895, las faenas conspirativas relacionadas con Juan Gualberto Gómez, condujo a la sospecha del ejército colonialista y a su decisión de huir a los campos insurrectos camagüeyanos para encontrarse con la familia de Eugenio Sánchez Agramonte.
Peleó inicialmente bajo las ordenes de Máximo Gómez, fue designado médico de su Estado Mayor. El 14 de diciembre de 1895 es nombrado Jefe de Sanidad Militar del Tercer Cuerpo del Ejército Libertador, por los conocimientos aplicados en campaña y el coraje en los combates de Altagracia, Ceja de la Larga, Cascorro, El Congreso, Saratoga, y Las Tunas fue ascendido a general de brigada.
Hospitales en la manigua
Entre sus méritos como Jefe de Sanidad Militar resalta su empeño por crear hospitales para la atención médica en la manigua, se auxilió de aquellas mambisas como Mercedes Sirven y Rosa La Bayamesa, que poseían experiencia en el cuidado de heridos y enfermos a partir de sus conocimientos de hierbas medicinales. Ocupó diversas responsabilidades en la Sanidad Militar, escenario donde realizó aportes indiscutibles como médico,
Por otra establece las medidas de vigilancias y control sanitario, el aislamiento para evitar el contagio de enfermedades como la viruela, el cólera, fiebre amarilla, disentería, entre otras. El 10 de enero de 1897 entrega la «Cartilla Instructiva de Sanidad Militar para practicantes y enfermeros», que permitió la divulgación en las fuerzas mambisas de aquellos conocimientos imprescindibles para las curas de heridas, maniobras médicas, tratamientos, y el uso de la medicina natural.
Al concluir la contienda independentista regresa a La Habana, ejerce su profesión en diferentes lugares de Cuba, durante el gobierno de Gerardo Machado ocupó la Secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo. Molinet recibió la Orden Nacional al Mérito Carlos J. Finlay en el Grado de Gran Cruz.
Algunos historiadores juzgan erradamente a este patriota, descontextualizan los tiempos que vivió y sus aportes a la nación cubana. Fallece el 15 de mayo de 1959, a la edad de 98 años.