“Nada es más hermoso que un tinajón pintado por el musgo y los años, las personas se empeñan en pintarlos con colores y su belleza está en el color natural de su piel de barro”.
Eso comenta el artista de la plástica camagüeyana, Enrique Cerulia Pérez, quien nos regala una vasta obra de cerámica y pintura con temáticas ligadas a su querido Camagüey, a sus calles laberínticas, tinajones y paisajes verdes.
En su criterio, esta tradición alfarera debe tener un relevo, una generación nueva que dé continuidad. Por eso, desde la Asociación Cubana de Artesanos Artistas en Camagüey (ACAA), soñó un proyecto junto a la profesora del torno Dayanara Cardoso.“Fantasía en Barro” comenzó como un taller previsto para una semana, en el verano de 2023, lo que nunca imaginaron estos maestros recién estrenados,fue que el proyecto llegó para quedarse.
El curso visto por sus alumnos
Comenzó en agosto con 15 alumnos, entre los 8 y hasta 14 años; comentaCerulia que él nunca fue profesor y le parecía difícil la tarea. El taller estaba previsto para 5 días, hoy, a la vuelta de seis meses, sus niños no quieren que se termine y lo consideran como un buen maestro; al igual que a la profe tornera, con quien logran “moldear” sus sueños. El carisma de ambos artistas los convirtió en buenos profesores y les dio un espacio en el corazón de sus infantes.
Por eso, al verlos trabajar en vivo la cerámica como parte de la Feria Arte Plaza, en el corredor comercial cultural de la calle Maceo, resultó muy hermoso apreciar tantas habilidades en sus manitas, que prefieren moldear el barro antes que la plastilina, porque así sus creaciones son “de verdad”.
Al acercarnos a Julián Cuellar mientras moldeaba un elefante, comentó que disfruta estar fuera del taller y que las personas lo vean trabajar, también Emanuel Milanés aprendió a tornear y le encantan las criaturas de agua, por eso pulpos y ranas son sus mejores creaciones.
El más alto de los jóvenes alfareros es uno de sus fundadores, Luis Manuel Sicardó, quien canaliza sus sueños en la diversidad de figuras que moldea. Según su mamáRayda, Luis Manuel nació artista, pues proviene de una familia de radialistas que aprecian mucho las artes, y desde bien pequeño disfrutó del moldeado con plastilina y la pintura. Él tiene muy claro que las artes lo ayudan a expresarse, pero su carrera va a ser la informática, e intentará llevar las dos cosas de la mano.
Hay otro pequeñito recién llegado, Lukas. Con una sabiduría sorprendente dice que está haciendo un animal de la mitología griega, un dragón de dos cabezas, el trabajo que le enseñan la maestra del torno y el profe Cerulia son algo nuevo en su vida y cada día quiere regresar. Por eso sus abuelos Beatriz y Esteban lo acompañan a cada presentación y muy orgullosos muestran las obras del niño.
Kamila Suárez es la única niña del grupo y la última en ingresar. Con gran ansiedad aguarda su turno para modelar un gran jarrón en el torno, lo imagina como si sus manitas pudieran volar mientras conforma las ideas y contornos, que sueña poner a su búcaro.
Dayanara
Para esta joven alfarera la experiencia del proyecto es compartida, porque los niños aprenden de ellos y le impregnan su alegría, pero a la vez aportan ideas, porque asegura que, de los niños también se aprende.
En“Fantasía en Barro” ya conforman una bonita familia. Algunos alumnos no continuaron, pero se han sumado otros nuevos y cada ocasión de quemar sus figuras en el horno y verlas nacer es una alegría compartida, es la satisfacción de ver el relevo en formación.
Por eso pone mucho cariño a cada clase, que es premiado con el saludo y el abrazo de los niños, así como con el placer de compartir en un espacio público, a la vista de todos los transeúntes, el progreso de su proyecto.
Vocación de maestro
Aunque el profe Cerulia no conocía de su vocación para enseñar, la descubrió sobre ruedas de barro y a la vuelta de medio año, dice sentirse muy feliz con el proyecto; por el que seguirá apostando, para que la fantasía de sus muchachos siga creciendo, junto al amor por su querida y hermosaCiudad de los Tinajones.