Final de la 59 serie beisbolera, los Toros quedaron segundos

Fotos: Heriberto Valdivia Jimenez
Share on facebook
Share on twitter

Desde hace algunos días la efervescencia deportiva se acrecentó en la ciudad, mercados, centros laborales, policlínicos, colas de todo tipo y cualquier esquina del barrio, trae a los seguidores del pasatiempo nacional de puros nervios.

Yo que nunca he sido muy deportiva, desde que el equipo camagüeyano, los Toros de la Llanura, llegó a la final para enfrentarse por el cetro dorado con el equipo de Matanzas, Los Cocodrilos, les confieso que no me he perdido un juego.

A continuación de varios encuentros reñidos y otros muy estresantes, llegó el histórico día, en el cual disputarían la presea dorada en terrenos del estadio camagüeyano, Cándido González.

El espectáculo sorteó todo tipo de inclemencias del tiempo, ni la lluvia, ni el viento impidió que desde las 10.00 AM cerraran el coliseo agramontino, por exceso de público, que aguardaría hasta la una de la tarde, para vivir la pasión.

El Juego

Unos diez minutos de retraso por la lluvia, no hicieron decaer a la afición. El inicio del equipo contrario con un jonrón desconcertó al joven pitcher, que abrió el juego por nuestra parte.

El buen picheo de Los Toros y el esfuerzo por evitar las carreras del contrario, fue agotando al equipo, no obstante con mucha dignidad defendieron el juego hasta el final.

Su público lo ovacionaba todo el tiempo. Aunque ya era evidente que quedarían en segundo lugar, sus medallas de plata, son para los camagüeyanos similares a las de oro, pues según las estadísticas el equipo camagüeyano desde 1976 no ganaba un campeonato y en aquel entonces con el nombre de Ganaderos. Al verlo vencer y, en lenguaje deportivo, barrer a Industriales, fue todo un acontecimiento y ya la suficiente victoria.

Por tales y sobradas razones, al terminar el último inning, la dirección del Gobierno dejaba inaugurado un carnaval especial dedicado a los Toros.

Algunos esperaban más del equipo, pero en  mi criterio y en el de muchos aficionados, ya la victoria y la hazaña estaban demostradas, desde que pasaron a la final, luego de 34 años sin logarlo, para coronarse entre los tres mejores de Cuba.

La premiación

Mucho han alagado los medios nacionales, los locales y el público en general, la sencilla y hermosa ceremonia de premiación de la 59 Serie nacional de Beisbol, que tuvo su último partido en la ciudad de los Tinajones y por tanto aquí se realizó la premiación.

El sencillo y elegante podio, improvisado en el propio terreno del estadio, no abandonó un detalle, alfombras, columnas, imitación de rejas coloniales y nuestros emblemáticos tinajones engalanaron el sitio.

Después del himno nacional  y los equipos formados, se dieron a conocer  los lugares de atrás hacia delante. En tercero y con medalla de bronce fue galardonado el equipo de Leñadores de las Tunas. Lo recibieron el mánager y capitán del equipo.

Al segundo escaño, correspondiente a la presea de plata, con la ovación cerrada del público que no paraba de alentar a los Toros, subieron todos los peloteros de esta tierra, emotivo gesto cautivó a los espectadores, pues su mánager, Miguel Borroto, fue el último en recibir su medalla.  Minutos después  junto al capitán del equipo, Alexander Ayala, recibieron el trofeo que desde ya, engalana la vitrina de la historia beisbolera en Camagüey.

El primer lugar con medalla de oro, fue para los Cocodrilos de Matanzas, un buen equipo, con experiencia en el bateo y excelentes resultados, que junto al nuestro lucharon con fuerza por coronarse entre los campeones del certamen nacional.

Al concluir la ceremonia, los dos equipos se abrazaron y sus peloteros fueron saludándose uno por uno, la rivalidad deportiva para nada está en la vida real de estos jóvenes, que laboraron largas jornadas para ofrecer tan hermoso espectáculo.

Más relacionados