La escuela Héroes del Moncada es un centro que desborda sentimientos en cada una de sus aulas. Allí, más de 20 niños que padecen Trastornos del Espectro Autista reciben clases y aprenden a integrarse a la sociedad.
El centro fue creado en el 2016 y muy poco tiempo después un grupo de padres dirigieron una carta a la oficina del Historiador para que apoyase la labor que ahí se realizaba.
La ayuda fue más allá de lo que se podía esperar, no solo se centró en mejorar las condiciones del inmueble ubicado en el fragmento del centro histórico declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, sino que no conformes, desde la institución y de conjunto con la Dirección Provincial de Educación, se dio vida al proyecto “Apoyo al desarrollo integral de niños y niñas con trastorno del Espectro Autista, pertenecientes a la escuela Héroes del Moncada de Camagüey” el cual contó con el apoyo financiero la Embajada de Japón en Cuba, la ONG Camaquito y la propia Oficina del Historiador.
Dicho proyecto finalizó oficialmente este lunes con la presencia del embajador de Japón en Cuba, excelentísimo señor Hirata Kenji, Mark Kuster fundador de la ONG Camaquito, el subdirector provincial de Educación, Clay Pérez Jiménez y José Rodríguez Barreras director de la Oficina del Historiador.
“Nuestro país es amigo de Cuba y queremos mostrar nuestra amistad al pueblo cubano. Me sorprende gratamente que el pueblo cubano, familias y autoridades trabajen juntos por el bien de estos niñas y niños.” Comentó el excelentísimo señor Hirata Kenji.
Por su parte Mark Kuster, fundador de Camaquito dijo al grupo de Comunicación de la Oficina del Historiador: “Admiro mucho el trabajo del personal de esta escuela y esa fue la razón por la que Camaquito decidió apoyar y brindar su solidaridad con este centro de enseñanza.”
El director de la Oficina del Historiador, José Rodríguez Barreras, destacó, “Tratamos de sensibilizar a todo el que pudiera hacer algo por este lugar y se entabló una relación que dura hasta hoy, entre padres, niños, trabajadores de la Oficina, en el sentido de lograr los requisitos que un lugar como este necesita para clasificar como una escuela especial. Solo bastarían cinco minutos para ver cuánto se necesita de amor y de profesión para trabajar en un lugar con estas características y eso dice mucho de la educación cubana.”
Luego de casi dos años de implementación este proyecto de cooperación dotó al centro de estudios de importantes recursos para la realización plena de las actividades educativas que requieren estos niños y niñas. Por ello, tanto trabajadores como padres no perdieron la oportunidad de agradecer a aquellos que tanto han ayudado al desarrollo de sus hijos o alumnos.
La labor que se realiza en la escuela Héroes del Moncada más que un derroche de sensibilidad es una lección de inclusión, respeto y admiración por quienes a pesar de tener necesidades especiales luchan por sus metas y te invitan a soñar con ellos.