Lindos recuerdos, frescos como agua de tinajón, se mantienen en la memoria de quienes tuvimos la dicha de ver nacer aquel 2 de febrero de 2004, la emisora de la capital agramontina.
Una programación variada y diseñada con el cuidado de cada detalle, pronto sumó seguidores y comenzó a interactuar con sus oyentes. Desde los más insospechados sitios llegaban los reportes de sintonía, elogios y sugerencias, siempre tomados en cuenta para informar y acompañar al público desde sus diversos gustos.
Los orígenes
Radio Camagüey tuvo un pasado de gloria, la implicación de su predecesora, la antigua Suarito-Radio Camagüey, en el llamamiento a la huelga del 9 de abril de 1958, fue orgullo para aquella generación de radialistas y aun lo es, para los actuales, que intentan honrarla desde el quehacer diario.
Pero aquella osada acción de jóvenes del movimiento 26 de julio, llevó al cierre de la emisora, que tuvo un nuevo despertar en la década del 70, en esa ocasión como emisora de música instrumental.
La tercera y actual Radio Camagüey integró en su diseño de programación un poco de las dos anteriores, pues de la primera tomó el sentido patrio y el gusto por la buena música de todos los tiempos.
La segunda Radio Camagüey, fue honrada con el programa Acompáñame, ya hoy ausente de la parrilla, en el cual se repasaba la música instrumental del mundo.
La vigente marcó la diferencia y pronto se hizo sentir con su primer programa Entre Tinajones, revista de variedades, que cada despertar traía la información oportuna, la música del patio, además del homenaje a personalidades del Camagüey, prueba de la importancia de ese medio; para acompañar a la audiencia en todos los momentos de la vida.
En 17 años
A la vuelta de 17 años, puedo decir con certeza que la radio ha sido escuela para periodistas, directores de programas y locutores que a su paso por Radio Camagüey, se han llenado de conocimientos imprescindibles para entender y amar este medio, que logró atraparnos con su magia para siempre.
De los que iniciamos en la era de las grabadoras de cintas y máquinas de escribir, solo quedamos en pies, atemperándonos a las nuevas tecnologías: Lizandra, Lucrecia, Niaska y quien les escribe. Pero haber visto nacer la emisora y aun poder tributar a la salvaguarda de sus valores originales, es todo un placer.
Las nuevas generaciones de trabajadores del gremio, marcan su ritmo actual y se unen a este sentir de honrar a los que iniciaron, con propuestas creativas, que hacen interesante el producto radial y suman seguidores, sin perder la esencia que nos define… frescos como agua de Tinajón.
Buenos deseos
¡Felicidades de todos mis colegas de Radio Camagüey, que este 2 de febrero, celebran junto al cumpleaños de la Ciudad, un nuevo amanecer entre sonidos y luces!
Con todo el cariño que va en cada emisión, honramos la celebración de este día, del que somos parte y aunque hoy una pandemia nos mantiene distantes, junto a la complicidad de nuestros oyentes, entraremos a sus hogares con nuestra magia y unidos en un solo corazón brindaremos por el futuro.