Hallazgos arqueológicos en el parque Martí

Fotos: Cortesía de la autora
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Conocida como una de las cinco plazas primarias de Santa María del Puerto del Príncipe, y localizada en el Centro Histórico de la ciudad, encontramos la plaza de San Francisco de Asís, para muchos simplemente el parque Martí.

El lugar fue testigo del Primer Taller de Estudios Históricos y Arqueológicos en contextos Urbanos, desarrollado por la subdirección de Investigaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), junto con participantes de otras provincias y naciones, del 19 al 23 de noviembre del año 2018.

Emplazar el evento en este sitio partió de un antecedente importante, en el año 2006 arqueólogos españoles utilizaron el método de georradar en el espacio para detectar una posible ubicación de los cimientos de la antigua Iglesia de San Francisco, por lo que resultó ventajoso el espacio.

Además de una experiencia enriquecedora para todos los que colaboraron en el proyecto, se pusieron al descubierto hallazgos que entrelazan los ejes de la historia del lugar, confirmados por la documentación histórica previamente revisada.

Fue encontrada una huella de horcón con alta concentración de material constructivo, la que por sus características se puede ubicar en el periodo relacionado con la ermita de Santa Ana, ubicada en el entorno para el siglo XVI.

Al mismo tiempo fueron encontrados otros restos materiales en la intervención de dicho lugar, como fragmentos de metal, clavos, fracciones de ladrillos, una moneda, huella de poste, botones, tachuelas, clavos, un segmento de cerámica acordelada y pedazos de carbón.

FIGURA 1: Hulla de poste

No fueron estos los únicos hallazgos del lugar, se pudo participar en el descubrimiento de un enterramiento secundario (removido de su enterramiento inicial), el que no brindó mucha información debido a la posición desordenada de los restos y el mal estado de conservación, lo que conllevó a la búsqueda de datos en el Archivo Histórico y en el Arzobispado de nuestra provincia, para determinar los enterramientos secundarios efectuados en la antigua iglesia, información que es objeto de estudio para futuras investigaciones en dicho lugar, además del análisis hecho de los restos por los especialistas una vez extraídos del lugar.

FIGURA 2: Enterramiento 1

Además, apareció una segunda tumba, considerada como primario (por sus características fue enterrado inicialmente en el lugar), de cuerpo extendido, y estado de conservación regular, se presume sea un individuo de sexo masculino, se le asocian el hallazgo de varios botones de metal en el lugar, posiblemente de una chaqueta, además la presencia de una capa gruesa de cal situada debajo y encima de los restos, lo que pudo ser utilizada como una de las medidas higiénicas de la época.

FIGURA 3: Enterramiento 2

 

FIGURA 4: Trabajo de laboratorio, limpieza y clasificación

Por la ubicación y características del lugar no fue posible continuar el trabajo de excavación arqueológica, se precisó cerrar la misma quedando interrogantes por descubrir, pero con el incentivo de que los hallazgos, aunque pocos constituyen elementos importantes y enriquecedores de nuestra historia.

¿Cuánto aportó la arqueología a la historia del lugar?

Escudriñando en la historia de construcciones religiosas de esta ciudad, apreciamos que dicho espacio (Plaza de San Francisco de Asís), presenta diversas cronologías, existen referencias que ubican a la ermita de Santa Ana (una de las más antiguas datada en Camagüey, 1599)[1] en el lugar, posteriormente la Iglesia de San Francisco, exhibiendo varios períodos constructivos.

La primera nota bibliográfica sobre el templo la ofrece Tomás Pío Betancourt en su texto Historia de Puerto Príncipe; entre notas de la cronología, para 1735, cita: “se concluyó la actual iglesia de San Francisco, pero sin torre”[2]. Mientras documentalmente los protocolos de inicios del siglo XVIII, ofrecen referencias al Convento de San Francisco como lugar en el cual varios vecinos solicitan que, cuando fallezcan, sean enterrados en esta iglesia.

En respuesta de los desastres ocurridos en la villa, la misma devino centro de las tradicionales procesiones. Ante el cólera, por ejemplo, los habitantes se plantearon peregrinaciones y el Convento de San Francisco sirvió de foco de referencia para ello, procesiones que perduraron hasta siglos posteriores.

Entre finales del siglo XIX e inicios del XX pasó por diferentes cambios, lo que conllevó a que en este intervalo solamente quedara la nave principal y la torre. En 1920 es inaugurada la Iglesia de estilo neogótico Sagrado Corazón de Jesús en áreas que antes pertenecían al convento.

Tanto la iglesia como el convento ubicado en esta plaza se convirtieron en uno de los puntos de referencia para la circulación de los principeños por la ciudad “… que va de la Iglesia de nuestra señora de la Soledad al Convento de Nuestro Padre San Francisco, que corre de Santa Ana al Convento de San Francisco”[3].

Este lugar ha pasado por diversas transformaciones, las que se ven reflejadas incluso hasta en el nombre que recibió la plaza, desde su surgimiento hasta la actualidad y en correspondencia a los acontecimientos relevantes ocurridos en el lugar, por ejemplo: Plaza Santa Ana, Plaza San Francisco, Plaza de La Corona, Plaza del Padre Trías, Plaza de la Avellaneda, Parque Martí en diciembre de 1940 donde se colocó un busto en su honor, en 1970 se le denomina Plaza de la Juventud.

Parque Martí (nombre con el que se le conoce actualmente): En año 1999, como parte de la labor de señalización en el Centro Histórico, la Oficina del Historiador coloca un moderno lumínico indicando el nombramiento del espacio: Parque José Martí, y en el 2004 se ubica en el lugar una estatua dedicada al apóstol.

Hoy se exhiben en el lugar señaléticas en las que se describen de forma sencilla lo que se hizo, además de explicar la interesante historia de este emblemático lugar de nuestra ciudad, que fue y es escenario de tantas historias.

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[1] Lourdes Gómez Consuegra y Antonio Puente: Las Escuelas Pías, uno de los edificios más antiguos de Camagüey en: Cuadernos de Historia Principeña No. 14, Editorial Ácana, Camagüey 2015, p.89

[2]Tomas Pío Betancourt: Los tres primeros historiadores, Imprenta de Andrés Pego, La Habana, 1876, tomo 3, p. 549.

[3] Elsa Mª Cardoso, Arquitectura y Urbanismo, en:, Cultura Católica e identidad urbana en Camagüey de Marco Tamames, revista Enfoque, # 75, 2001, p. 11

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