José Antonio Aponte en el pensamiento social cubano

Foto: Cortesía de la autora
Share on facebook
Share on twitter

Proemio

Un estudio centrado en el pensamiento afrodescendiente en Cuba es una deuda todavía por saldar. Las Ciencias Sociales han dedicado un espacio insuficientemente crítico a la epistemología desarrollada por hombres y mujeres descendientes de esclavizados.

Sin embargo, es meritorio destacar que el negro/afrodescendiente desde nichos específicos —esclavitud, folclore, música, religión— sí ha sido abordado por diferentes posicionamientos teóricos, en detrimento de otros temas de la vida social del negro. Sobre todo porque el anclaje económico de la Isla descansó en el sistema económico social de la esclavitud del africano desde el siglo XVI hasta finales del siglo XIX y desde entonces estas son las aristas ponderadas. En consecuencia, se ha colocado al afrodescendiente en un imaginario social predeterminado, fuera del cual es casi impensable su estudio y sistematización.

Una lectura crítica de la teoría social cubana, devela la ocultación, por parte de la producción científica hegemónica, del alcance del pensamiento de los afrodescendientes. A su vez, no se advierte, en el comportamiento complejo de los procesos de interconexión de su accionar autoemancipatorios con un pensamiento independentista y antiesclavista. En tal sentido, el presente trabajo ofrece una mirada decolonial y sistémica insuficientemente socializada del pensamiento del afrodescendiente cubano José Antonio Aponte.

Aponte, a manera de bucle de alimentación en el pensar afrodescendiente.

La causa criminal de José Antonio Aponte Ulabarra, consistió en: PENSAR. El Libro de pinturas fue la evidencia de su pensamiento avanzado y trastornador para el contexto decimonónico temprano racista y excluyente. El interrogatorio minucioso al autor del delito permite develar el alcance de su intelecto, la capacidad de abstracción y sistematización de una herencia negra emancipada como eje de su atención y plataforma de acción. Peña González describe el Libro de Aponte como “inclasificable dentro de un género, ya que combina elementos lingüísticos, históricos, religiosos, artísticos y alegóricos, comprimidos en 72 láminas”. Su contenido está reproducido en un expediente fechado en los meses de marzo a abril de 1812 es “un largo y alucinante documento” que consiste en “la trascripción de las varias sesiones de interrogatorio que el juez Juan Ignacio Rendón, el comisionado de la causa, Licenciado José María Nerey, y el escribano Balaguer efectuaron al inculpado”. (Citado en Sklodowska, E. 2014, p. 27).

Aponte, conocerían la belleza azabache de la virgen de Regla, «nigra sum…»; la grandeza del preste Galawdewos… Y pintaría al preste Juan, descendiente de Melchor, el rey negro de los Tres Reyes Magos; y a Menilek, hijo de Salomón y la reina de Saba. ¡Y pintaría a su propio abuelo, el capitán Joaquín Aponte venciendo al destacamento inglés que en 1762 intentó apoderarse del torreón de Marianao! …Y desde luego, pintaría un autorretrato…

¡Colosal desafío! el ebanista de iglesias, pintor, miembro de la cofradía de carpinteros de San José, dueño de una biblioteca respetable, esposo, padre de seis hijos, devoto de la Virgen de los Remedios, jefe del cabildo Shangó Tedum de origen yoruba, colocó a un mismo nivel a manera de vasos comunicantes la africanía ancestral, la cultura judeo-cristiana y católica y… con las milicias de negros de la Habana. Para más, las paredes de su casa estaban pintadas con héroes negros íconos de la emancipación: Toussaint Louverture, Henri Christophe y al mismo alcance, George Washington. A este patrón de emancipación deberían recurrir como bucle de retroalimentación la afrodescendencia cubana, de continuo.

Sobre la imagen elegida

Título: Metamorfosis, (2010) Autor: Osvaldo Rodríguez Petit. Técnica: mixta sobre tela. Dimensiones: Variables.

El autor irrespeta los cánones del retrato, solo muestra la mitad del rostro que sin afeites exhibe a plenitud las porosidades de una epidermis transpirada. Como la piel en sus funciones múltiples: de recibir, trasmitir y mantener estímulos diversos, el sujeto cambia, muta según las situaciones síquicas a que está expuesto. Las luces y las sombras connotan la relación existente entre el sistema nervioso y las reacciones dermatológicas. ¿El galán? enfoca la mirada al observador con su único ojo descubierto hasta encontrarte. La nariz amplia en su ala nasal, henchida en su función de inhalar oxígeno imprime un matiz de vitalidad y concurre en los gruesos labios sumidos en una mudez incólume, en un silencio que grita.

 

______________

Bibliografía

Sklodowska, E. (2014) “Genealogías de la diáspora africana: José Antonio Aponte y los archivos de la represión” En revista América sin nombre, no. 19, pp. 27-33.

 

Más relacionados