La arquitectura, una profesión trascendental en la conservación del patrimonio

Fotos: José A. Cortiñas Friman y Archivo OHCC
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Por: Mailet Padilla Paneca y Alejandro García Gutiérrez

Quizás no haya nombres propios para esos principeños que, a partir de relaciones funcionales y respondiendo más a necesidades de supervivencia que una planeación determinada, marcaron las primeras pautas de la arquitectura en la naciente Santa María del Puerto del Príncipe.

Quienes sí tienen nombres propios son los que hoy, luego de más de medio milenio de avances tecnológicos, nuevas técnicas de construcción y diseño, trabajan para proteger los códigos arquitectónicos de las primeras generaciones de habitantes de esta tierra, hoy parte de ella, distinguida como Patrimonio Cultural de la Humanidad; condición que entraña gran responsabilidad.

Los arquitectos son quienes planifican y diseñan las distintas edificaciones y paisajes urbanos, sobre ellos recae la responsabilidad de encontrar soluciones a necesidades sociales, crear nuevos espacios en armonía con el entorno respetando las leyes vigentes, o salvaguardar el legado físico de nuestros antecesores; sin renunciar a los adelantos científicos y los nuevos modos de hacer e interactuar con la ciudad.

Algunos, desde esta profesión, dedican su talento a proteger el patrimonio, entendiendo que este no solo está comprendido en el estilo de las edificaciones sino en todo su entorno. No es posible la labor de conservación y restauración sin la participación de los arquitectos y se requiere de mucho estudio y dedicación para vincularse a estos asuntos; siendo solo posibles luego de escudriñar en la historia de edificios o espacios públicos, para que las propuestas sean respetuosas con ese pasado.

La Oficina y sus profesionales

Este es el caso de dos equipos de trabajo donde laboran arquitectos de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey: el equipo de Proyectos y el de Plan Maestro y Gestión. Ellos, desde diferentes perspectivas, asumen la tarea de gestionar, brindar soluciones técnicas y planear acciones de restauración, cambios de uso, conservación o rehabilitación de inmuebles y espacios públicos en el Centro Histórico agramontino. Los arquitectos dedicados al urbanismo estudian y proponen modos de manejar las ciudades, sus perspectivas de desarrollo, sus oportunidades y sugieren modelos de gestión que garanticen la sostenibilidad de los bienes patrimoniales.

Enalteciendo una labor

Ejemplos de buenos procederes en este sentido hay muchos, como las intervenciones en las Plazas Joaquín de Agüero, San Juan de Dios, los Trabajadores, los parques Agramonte y Martí, las Calles Maceo e Ignacio Agramonte, por solo citar algunos ejemplos de obras terminadas, pero también podemos incluir proyectos como el del Museo Ferroviario y la Calle Independencia, el primero de ellos en fase de ejecución.

El quehacer de los arquitectos de la Oficina del Historiador también ha contribuido a alcanzar reconocimientos tan importantes como los otorgados en el año 2011, al inmueble de la Casa de la Diversidad Cultural camagüeyana; entre ellos el Premio Nacional de Restauración y los premios colaterales en ese mismo certamen, conferidos por la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) y el de la filial cubana del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos (ICOMOS).

En ese mismo año la Sociedad de Arquitectura de la UNAICC le otorgó la Medalla de Oro en el VIII Salón de Arquitectura, por ser la obra de mayor calidad integral presentada al evento. Entre otros muchos lauros, también pueden mencionarse el Premio Nacional de Restauración conferido al Batey Jaronú en 2018 y el Premio Gubbio, otorgado por la asociación nacional de centros históricos artísticos de Italia, al Modelo de Gestión de la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey.

Arquitectos prismas del patrimonio

La labor del arquitecto resulta vital para el enaltecimiento del patrimonio y el rescate de la memoria histórica, a través de su expresión tangible. Muchos de estos profesionales, egresados de la Universidad de Camagüey, a penas inician su vida laboral; otros, con más experiencia, resultan verdaderos referentes cuando de arquitectura y patrimonio de habla.

Detrás de estas imágenes de una ciudad patrimonial de 507 años, con sus contrastes y maravillas, aparecen los arquitectos, sosteniendo como Atlas, el plato roto del mapa camagüeyano.

 

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