Cada 13 de marzo homenajeamos a un profesional que indudablemente es un artista. Me refiero al arquitecto.
Desde el año 1916 quedó constituido el Colegio de Arquitectos de la Habana; y en diciembre de 1935, durante la Asamblea Nacional de Arquitectos, celebrada en la provincia de Matanzas, se instituyó el Día del Arquitecto Cubano.
Las coincidencias de la vida hacen que en 1957 se produzca el asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj, acciones en contra del régimen batistiano lideradas por el inolvidable líder revolucionario José Antonio Echeverría, estudiante de Arquitectura -por lo que indiscutiblemente para el decimotercer día del mes de marzo se torna merecidísima esta celebración.
Afortunadamente, la Oficina del Historiador de nuestra ciudad ha contado siempre con un gran caudal de estos artífices de tantas obras que han salido de los sueños de sus largas horas de trabajo, y que se encuentran situadas en los lugares más remotos no solo de esta provincia, sino fuera de nuestra localidad, e incluso, de fronteras.
En cada proyecto que acomete esta institución se encuentra la mano de un arquitecto, y recuerdo ahora con especial afecto el que se realizó para la remodelación del Parque Agramonte -que tuvo su inauguración en el año 2001, para el aniversario de la fundación de la Villa, el 2 de febrero, cuando los fuegos artificiales se dejaron ver e iluminaron la nueva obra.
Aquella obra fue ideada y creada por el tempranamente desaparecido Roberto Balmaseda, hombre serio, correcto, de andar pausado, que se dedicó por entero a esta hermosa labor y de quien se encuentran tantas huellas en nuestro Camagüe. Siempre será recordado como ejemplo de trabajador, talentoso y certero en sus propuestas.
Así, podemos mencionar obras tales como la restauración de la Casa de la Diversidad Cultural camagüeyana, el Parque de las Leyendas, la ejecución del Museo Ferroviario – este último como regalo a la ciudad por el cumpleaños 25 de la Oficina.
En todos estos proyectos se encuentra una parte importante del pensamiento creativo de un arquitecto.
Con gran orgullo pudiéramos mencionar muchos nombres que nos han prestigiado con su labor y legado en estos 26 años, pero indudablemente sería una larga lista para la que este breve espacio no alcanzaría. Por eso prefiero felicitarlos a todos de manera general, por haber formado parte de este ejército de personas que unidas por un mismo objetivo han dedicado gran parte de su vida al cuidado, protección y preservación del patrimonio edificado de esta ciudad legendaria.


