La Asociación Antonio Maceo y sus contribuciones al desarrollo educativo en la sociedad de Camagüey de 1899 a 1961

Foto: Cortesía de la autora
Share on facebook
Share on twitter

Por: Dra.C. Kezia Zabrina Henry Knight

En el año 1899 en plena ocupación norteamericana un grupo de ciudadanos negros y mestizos camagüeyanos decidieron honrar al Mayor General Antonio Maceo Grajales con una asociación homónima y distintiva, fundada el 15 de enero de 1899 por los señores Francisco Aguilera (presidente), Alfredo González Betancourt (secretario), Emilio Castillo, José Sosa, Fernando Bueno, Agustín Escalante, Alberto Canes, Anastasio Agramonte, Leonardo González, Nicolás Gregorí, Pedro Juan Lara y Evaristo Lara.

El 28 de enero se presentó el Reglamento al Gobierno Provincial con 39 artículos y dos adicionales y el 10 de noviembre de 1899 fue aprobado.

Junto a las fechas contamos…

El primer artículo puntualiza su titulación: Antonio Maceo, el cual estaría bajo la protección del gobierno, el segundo acota su objeto social: proporcionarles a sus socios instrucción y diversiones lícitas, prohibiéndose toda discusión y cualquier clase de juego o asunto alguno que pueda alterar la unión y concordia que deben regir como base fundamental de toda bien organizada Sociedad; y será de carácter privado.

El primer artículo adicional refiere que en ese momento la institución estaba instalada en San Isidro No. 2 y el segundo que, mientras haya 10 asociados no se disolverá la asociación.

En 1903, el local ya estaba situado en la calle Lugareño No. 68 con Alberto Canes como presidente y Joaquín P. Socarrás, secretario. El Gobernador provincial firmó el 27 de enero la aprobación del reglamento modificado, ahora con 41 artículos. Mientras que en 1915 ya estaba instalada en la calle Goyo Benítez (Príncipe) No. 10 hasta el año 1961.

¿Quiénes fueron?

En su seno primigenio se establecieron los mambises sobrevivientes de la contienda bélica del 1895, que se habían aglutinado en 1893 en el Club Victoria. Ellos al terminar la guerra se reorganizaron bajo una nominación nueva: Antonio Maceo en 1899 y en la asociación Victoria en 1904.

De manera que, estas asociaciones, las más influyentes, nacieron de un linaje mambí y contrahegemónico, de rebeldía al sistema colonial y contra la exclusión social y las discriminaciones múltiples, principalmente por el color de la piel.

Mecanismos establecidos para el ingreso, pertenencia y permanencia en la asociación

La asamblea era quien proponía y aprobaba la directiva por lo regular cada dos años. Igualmente establecía la cuota de entrada y la mensual bajo una aprobación consensuada.

Se aprobó como cuota mensual 2.00 pesos, lo cual limitó el acceso para quienes no tenían una estabilidad económica.   Los varones solicitaban su membresía a los 16 años; mientras que las muchachas eran presentadas por su padre o el hermano mayor a los 15 años. El orden se establecía a partir de un comportamiento social conforme a la moralidad de la época y se controlaba a partir de las sanciones en caso de indisciplina dentro o fuera de la institución, pues les cercenaba su permanencia en los salones de la Maceo.

En este sentido, la aprobación contractual era tanto interna como externa, pues luego de su aprobación jurídico-gubernamental formaba parte oficial del Registro de asociaciones de la provincia y la nación.

Los estatutos se fueron modificando y ampliando conforme a las exigencias más elevadas que se proponían como grupo y acorde con los contextos. Su divisa se fundamentó: “Por nuestra raza negra, para el mayor decoro de Cuba”.

Los propósitos fueron ampliar las facultades intelectuales, morales y físicas de sus miembros y familiares.

Prácticas educativas contrahegemónicas y sus contribuciones

Los miembros de esta asociación fomentaron prácticas educativas que alcanzaron un desempeño contrahegemónico. Fundaron instituciones educativas igualitaria para ambos sexos de Primera enseñanza como la de los esposos: Abad Jiménez, Padre Valencia, 53; la de Tomás Vélez Betancourt (hijo), Raúl Lamar 14.F

Asimismo de Segunda enseñanza como las de Tomás Vélez Vázquez (padre), Lugareño 52 y por la noche en el Callejón de la Risa donde estudió Nicolás Guillén, entre otros educandos de la época por el prestigio ponderado socialmente.

Las de idiomas, inglés y francés y las academias nocturnas gratuitas para obreros y amas de casa posibilitaron a los excluidos del sistema educativo en horarios diferenciados recibir el pan de la enseñanza.

En estas redes educativas latentes fomentadas por los miembros de esta asociación también se distinguen la fundación de instituciones educativas para ambos sexos dirigidas por mujeres doctoradas en Pedagogía en la Universidad de La Habana como la de Surama Varona Guzmán, 20 de Mayo no. 73 y de las Hermanas Carnesoltas, calle 10 de octubre.

Ellas fomentaron una representatividad social emancipada de la mujer negra en cuanto a su autonomía, en tanto capacidad de generar ingresos y recursos propios, se refiere a la autonomía económica, y la plena participación en la toma de decisiones que afectan su vida y su colectividad, hablamos de  autonomía en la toma de decisiones; además de ser portadora de ese poder frente a las demás personas para ser escuchada y respetada.

Estas mujeres se colocan en la referencia y el alcance de metas para aquellas que no han salido de la precariedad y esclavitud mental más que económica, bien por deficiencias de la estructura social, también ausencia de metas familiares, contexto sicosocial.

Estas dueñas de Academias son mujeres potentes socialmente, por el respeto, la consideración en general. Además la presencia de un magisterio universitario institucionalizado por mujeres negras, independientes, teniendo en cuenta los condicionantes socios históricos antes referidos, modela las prácticas educativas contrahegemónicas y fomenta una cultura de equidad, justicia e inclusión social.

En este sentido, la prensa educativa dirigida por miembros de esta asociación, a la par, la biblioteca y la presencia de conferencistas universitarios de forma sistematizada potenciaron de manera alternativa el nivel instructivo de las familias sobre temas culturales, médicos, legales, cívicos-morales, científicos, artísticos, étnicos, antropológicos, también políticos y de demandas por la equidad e inclusión social. Igualmente crearon materiales curriculares alternativos con historias del mambisado negro-mestizo, el surgimiento y desarrollo de sus espacios culturales, históricos y líderes silenciados por la historia oficial de la nación. de

Ejemplos: “Recuerdos e ideales de Gustavo Caballero A.”; “Alberto Morales Casalís”; “Abelardo Mola”, “José del Pilar Páez Silva”, “Quintín Banderas y Betancourt”; “José María Zúñiga”; “Comandante Aniceto Recio”, este último sobreviviente de los rescatadores de Julio Sanguily, entre otros mambises afrodescendientes que forman parte de la galería de Veteranos de las Guerras de Independencia que se sistematizaron en los salones de la Antonio Maceo.

Otras prácticas educativas alternativas

Por otra parte, la ayuda mutua propia que practicaron entre ellos también constituyó una manera de cultivar y enseñar la solidaridad como valor.

Los necesitados recibían medicinas, alimentación, servicios funerarios para los socios y sus familiares. Se previó la fundación de un sanatorio popular para los miembros que no se consumó del todo, pero la asistencia al necesitado actuó como divisa de estas prácticas sociales.

Sobre la plataforma de ayuda benéfica algunos de los hijos de los asociados pudieron matricularse en el Instituto de Segunda Enseñanza y luego optar por los estudios universitarios en la Universidad de La Habana e incluso en el extranjero como Apolinario Chávez Socarrás que fue a estudiar Artes Plásticas en Roma; Fernando Bastián Milán estudió Medicina en Francia, en la Universidad de la Sorbona, París; Olga Porro Miranda, José Jiménez Mesa y Roa Caballero del Risco, terminaron sus estudios de Medicina en España, en las Universidades de Madrid y Valencia.

Igualmente la ayuda mutua promovió en los directorios profesionales de las publicaciones periódicas propias y locales, las consultas médicas, jurídicas, de comadronas facultativas, las academias particulares, farmacias, escuelas pagas de barrios, funerarias, florerías, aserraderos, carpinterías, zapaterías, es decir, todo tipo de negocios cuyos dueños eran asociados y gran parte de la clientela estaba en estas redes asociativas.

La asociación lideró veladas artístico-literarias no sólo en los salones de las mismas; también en casas de las familias más reconocidas, los Vélez, Páez, Abad, Bastián, Guillén, Carnesoltas, Valero, Nápoles, Carbonell y otras más.

Se distinguió además por las actividades desarrolladas el 7 de diciembre, fecha luctuosa por la caída del Titán de Bronce Antonio Maceo de trascendencia histórica nacional, incluso en otros países.

En el año 1951 la directiva organizó una ceremonia memorable en el Teatro Principal de la ciudad a las 8 de la noche con la presencia de personalidades como, José Maceo nieto del Mayor General José Maceo Grajales.

La apertura del programa estuvo a cargo del Dr. Eulalio Páez Sedano, presidente de la institución, las poesías por la jovencita Migdalia Páez  Hernández y la señora Luz de los Ángeles Gómez Alfaro (Primer Premio en Concurso en el Teatro Principal, 1937), la Banda Municipal interpretó temas patrióticos, el saludo al pueblo de Camagüey lo pronunció José Maceo; reafirmado por un representante del consulado haitiano el Licenciado Charles [sic], el Dr. Demetrio Carbonell Céspedes presentó al panegirista de la noche el Dr. Pedro E. Abad Jiménez quien dictó la conferencia Antonio Maceo y su ideal revolucionario, sellada con gran ovación.

En la interconexión con el sistema social, la asociación Maceo potencia la transformación de la Plaza de Paula para su conversión en la Plaza Maceo, justo en saludo a las conmemoraciones del centenario del natalicio del Titán de Bronce, Antonio Maceo y Grajales.

Se instituyen el Comité Pro monumento y Conmemoración del centenario de Antonio Maceo, ambos representados por el Ayuntamiento. El pueblo se compromete con el desarrollo de este proceso hasta el final de la colocación y la inauguración del busto de bronce.

Los diferentes actores sociales: asociaciones, iglesias, empresas particulares, estatales, escuelas privadas y públicas de la ciudad ofrendaron tributo merecido al Titán. El Dr. Francisco Guillén Batista, directivo de la asociación y del Frente Provincial Antifascista en el año 1944 en la Junta General Ordinaria de la Asociación Antonio Maceo, el día 16 de diciembre; en el punto cuatro, este abogado pide la palabra para:

[…] proponer a la Asamblea que sea acordado pasar telegrama a la Cámara de Representantes, al Senado de la República y al Honorable señor Presidente de la República Dr. Ramón San Martín, para que a la mayor brevedad posible y antes de la celebración del Centenario del Natalicio de Antonio Maceo, sean aprobadas por el Congreso y sancionadas por el señor Presidente de la República, las leyes complementarias de la Constitución que garantizan la igualdad de todos los cubanos. (Guillén, F. 1944).

Propuesta que se aprobó por unanimidad. Igualmente el Dr. Guillén se destacó en los festejos del fcentenario del natalicio del Titán de Bronce Antonio Maceo y Grajales y en el Comité Pro Monumento y conmemoración del centenario de Antonio Maceo, ambos representados por el Ayuntamiento.

El pueblo se comprometió con el desarrollo de este proceso hasta el final de la inauguración del busto de bronce que le dio a la Plaza Maceo.

En este sentido educativo, la asociación desarrolló acciones sociales y políticas en fechas patrióticas vinculadas con las libertades Patrias: 28 de enero, 24 de febrero, 20 de mayo, 10 de Octubre, 7 de diciembre, entre otras conmemoraciones cívicas en espacios públicos como el central Parque Agramonte, Plaza Maceo, Casino Campestre.

Se realizaron recorridos históricos en estas fechas, se depositaron ofrendas florales en el monumento de Ignacio Agramonte. El año 1959, sus miembros formaron parte del ejército de maestros voluntarios y alfabetizadores que el país demandó en diferentes perfiles hasta 1961, fecha en que se declara libre de analfabetismo.

Es en el año 1961 cuando el local cambió su uso social.

En nuestros días

La estructura edificativa, de la entonces pertinente asociación Antonio Maceo, es hoy un centro de elaboraciones alimenticias, objeto social que suscita desasosiegos a los antiguos miembros y familiares que construyeron quilo a quilo el edificio.

Los entrevistados manifiestan su interés de que se le devuelva su decoro arquitectónico para una institución sociocultural loable. Por otro lado, las publicaciones periódicas dirigidas por sus miembros, fuentes documentales de valor excepcional no constan ni en las bibliotecas ni archivos públicos. A la par está invisibilizado el mambisado negro-mestizo que desde la Guerra de los 10 Años hasta la del ‘95 dio su vida por la independencia de Cuba y a su vez fundaron en la Tregua Fecunda estas asociaciones de trascendencia social y aportes educativos meritorios.

El presente estudio puede asumirse como un acto de honra a estos hombres y mujeres que en contextos excluyentes y discriminatorios desafiaron los obstáculos estructurales y tributaron lo mejor de sí, a sus familias, comunidad y al país.

________________

Bibliografía

Henry Knight, K.Z. (2020): Asociaciones de instrucción y recreo de negros y mestizos. Contribución al desarrollo educativo y artístico en la sociedad de Camagüey (1879 – 1961). Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Sociológicas. Universidad de la Habana, Facultad de Filosofía, Historia y Sociología. Departamento de Sociología. República de Cuba.

Más relacionados