Por: Ricardo Muñoz Gutiérrez
Entre las tareas más importante del Gobierno Revolucionario de 1959 y su líder Fidel, para cumplir los enunciados de La Historia me Absolverá, se encontraba la instrucción y educación del pueblo. La creación de miles de aulas rurales, plazas de maestros, la formación de maestros voluntarios y Brigadistas Conrado Benítez fueron medidas inmediatas; pero, la erradicación del analfabetismo era imprescindible, en primer lugar, para hacer de los ciudadanos que no sabían leer y escribir hombres dignos y para que con una población preparada culturalmente se participara en el desarrollo científico técnico del país.
El año 1961, en medio de las agresiones de la oligarquía “nacional” y el imperialismo de los EU. que incluyó el desembarco mercenario por Girón, se realizó la Campaña de Alfabetización en Cuba, en las que participaron 120 mil alfabetizadores populares —casi todos jóvenes, incluso muchos niños y niñas—, 12 700 obreros organizados en las Brigadas de Patria o Muerte, 35 000 maestros y maestras. Un total de 300 000 personas. La historia universal no conocía, ni conoce proeza similar.
En la antigua provincia de Camagüey, que incluía al municipio Jatibonico —hoy de Sancti Spírirtus—, la actual provincia de Ciego de Ávila y los municipios de Colombia y Amancio Rodríguez, hoy en la actual Las Tunas, se realizó antes de la Campaña una prueba o experimento cuando un poco más de una decena de jóvenes fueron a Cayo Coco y alfabetizaron a los ciudadanos del lugar. Era posible hacerlo en todo el país.
Un total de 127 000 analfabetos se censaron en la provincia y los alfabetizadores llegaron a los más apartados rincones con el objetivo de liquidar uno de los males que más denigraban a los hombres y mujeres de la Cuba hasta esos momentos. Los más jóvenes veían su labor como la oportunidad de cumplir con la patria pues por su edad no habían participado en la lucha contra Batista. Cumplieron la tarea. Con el paso de las semanas y meses de ese 1961, Año de la Alfabetización, los resultados que se obtenían demostraban la certeza de la victoria que era celebrada por el pueblo con actos revolucionarios.
La primera referencia que hemos localizado sobre la declaración de lugares. barrios o municipios de la extensa provincia como “Territorio libre de analfabetismo” es del 25 de agosto de 1961, cuando en el poblado de Sola se realizó un acto para celebrar que en ese barrio había vencido. Reinó el júbilo entre campesinos, obreros y pueblo en general reunidos por el triunfo de los alfabetizadores y alfabetizados. El 15 de octubre se efectuó la graduación de los alfabetizados del barrio Tomás Betancourt, en la zona de Cubitas del hoy municipio Sierra de Cubitas. La celebración, una gran fiesta popular de los campesinos del lugar, constituyó otro acto de reafirmación revolucionaria y el 28 de noviembre se venció el mal en el barrio de Palma City.
Otras referencias corresponden al 5 de diciembre 1961 cuando el barrio Rodolfo Ramírez Esquivel, en la zona de Najasa, se declaró “Territorio libre de analfabetismo” o la del 10 de diciembre en que en un masivo acto en el parque Constitución de Guáimaro se declaró el triunfo a la ignorancia.
El esfuerzo de todas las fuerzas que participaron o apoyaron la Campaña fructificó, el 17 de diciembre Camagüey se declaró provincia “Libre de Analfabetismo” en acto celebrado en Jatibonico. Logró enseñar a leer y escribir al 73,2 % de los censados como analfabetos pues el 26,8% no pudo lograrlo por ancianidad, déficit mental o por no dominar el idioma como era el caso de los miles de inmigrantes haitianos y jamaiquino.
La Campaña de Alfabetización es el hecho cultural más importante de la llamada Revolución Cultural Cubana. Posteriormente se desarrolló el “Seguimiento” con miles de hombres y mujeres que comprendieron el valor de un hombre culto; también, el Gobierno Revolucionario creo los sistemas de las Escuelas Obrero-Campesinas EOC, Secundarias Obrero-Campesinas, SOC y las Facultades Obrero-Campesinas, FOC.


