La Jornada por la Cultura Cubana llega cada año, como siempre, desde el 10 de octubre y hasta el 20. En estos días festejamos fechas que ningún cubano, donde quiera que se encuentre debe olvidar, pues marcaron hitos en nuestra historia. Estas revelan el amor, la valentía y la entereza de la que estamos hechos los que nacimos en este caimán verde; hijos que también demostramos diariamente capacidades y valores, y que, sin ser perfectos, constituimos una estirpe resistente, honesta, y muy fiel a nuestros sentimientos.

El 10 de octubre, inicio de la Jornada

El comienzo de la libertad para muchos hombres que habían sufrido los maltratos, el hambre y la humillación por tantos años, dice mucho del Padre de la Patria, como se le ha llamado con gran razón a ese que allá en la Damajagua tocó la campana, e inició el camino hacia la independencia.

Como en otras ocasiones el país, cada provincia, municipio y hasta poblado cubano; celebra este acontecimiento de una u otra forma a través de un programa de acciones culturales confeccionado al efecto, donde se realizan disímiles actividades e involucran a todos los sectores de la población.

En esta oportunidad no ha sido diferente, no. El Parque Agramonte recibió a los camagüeyanos, a sus músicos y sus autoridades vistiendo sus mejores galas; sabiendo que en este sitio escogido siempre por su connotación, se honra la voluntad absoluta de ser cada día mejores hijos de este pueblo, y dar lo mejor por el legado que desde 1868 nos transmitieron.

Evocación y compromiso

Satisfacción y compromiso deben ser sentimientos que nos unan a todos durante esta Jornada, ahora más que nunca, pues en estos momentos nos encontramos casi a las puertas del Aniversario 510 de la fundación de la Villa principeña, el próximo 2 de febrero de 2024.

Entonces…coterráneos, camagüeyanos, los invito a que nos esforcemos todos por mostrar las mejores galas y hacer florecer el sentimiento y las esencias de nuestra nacionalidad en cada acción; hacer nuestra la hermosa Campaña que nos representa en estos momentos, “Camagüey, orgullo que nos define’’ y lograr que estos días sean diferentes: más profundos, más cubanos. Estoy segura podremos conseguirlo.