Con el arte se calman emociones y a la vez se moldean maneras de enfrentar la vida. El arte como terapia es uno de los proyectos que fomenta la Casa Natal de Carlos J. Finlay, perteneciente a la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey por eso hoy los invitamos a adentrarnos en ese mundo mágico donde Norma Trigo Manso, defectóloga y master en psicología social al frente del proyecto, nos cuenta.

“Este proyecto surge en Camagüey en 1990 cuando el nivel de rehabilitación que había en el Hospital Psiquiátrico se traspola a la comunidad. Empezamos a trabajar con pacientes con trastornos mentales fundamentalmente y después con la evolución del proyecto hemos insertado otras discapacidades”.

 Un lugar para renacer

La Casa Finlay como sede del proyecto brinda al visitante la cobija precisa para sentirse en familia. Norma no puede dejar de explicar lo que este trabajo ha representado para la vida de muchos pacientes que llegan a la institución cultural, con disímiles patologías y salen rehabilitados.

“Se empezó el proyecto con 18 miembros, pero cada vez que se van rehabilitando se insertan a la vida cotidiana y comienzan a entrar otros que necesitan la terapia. Ellos declaman, hacen obras de teatro, chispazos dramatizados y exponen el resultado del trabajo para socializarlo y completar su rehabilitación. El pertenecer a un grupo resulta para los integrantes de este proyecto algo especial, crean una familia, se relacionan, toman decisiones en la comunidad y por la comunidad”.

 Arte como terapia

El arte como centro de la rehabilitación ayuda a desarrollar habilidades que se exhiben en muestras expositivas y puestas en escena, que comparten con visitantes y especialistas de la Casa.

“Utilizar las diferentes manifestaciones del arte en su hacer diario, resulta un tema muy positivo porque aprenden textos, memorizan, porque piensan en la psicología del personaje que van a actuar, ejecutan instrumentos y se proyectan escénicamente.”

Renacer no es sólo el nombre de un proyecto sociocultural que abraza la Casa Natal Carlos J Finlay, en Camagüey; renacer, es más, es inclusión social, es esperanza, es una manera acertada de moldear sentimientos por la humanidad y su defensa. Con el renacer de una vida que quizás estuvo limitada en algún momento, crecen los deseos de ser mejores personas.