¿Cuántas veces lugareños o visitantes indagamos para saber el origen del nombre de una calle, espacio público o edificación? ¿Cuántos conocen por qué la arteria del centro histórico de la ciudad que comienza en Santa Rita y culmina en Ignacio Agramonte, lleva el nombre de Lope Recio y Loynaz?
Las respuestas pueden ser diferentes, pero en ejercicios con mis alumnos o conocidos lo cierto es que en la actualidad pocos dominan información sobre los patriotas y mártires camagüeyanos que identifican sus principales vías. Olvidan en la historia local fragmentos de la toponimia agramontina que hacen al decir de Guillén «la vieja ciudad tan antigua, tan íntima y tan serena»
Orientando el camino
Las brújulas para orientarnos pueden ser múltiples, más información en la prensa a la usanza de viejas secciones que desde la década de 1940 tuvieron gran acogida entre los lectores, mayor divulgación en otros medios de comunicación, incluyendo las redes sociales para los más jóvenes u otras iniciativas.
El reto yace allí, la sugestión concierne a los investigadores que pueden develar el gesto del Ayuntamiento de honrar algunas calles con nombres de distinguidos patriotas, como es el caso del nombre Lope Recio, que sustituyó en 1899 la designación antigua de la Merced.
Por mi parte comparto apuntes sobre Lope Recio y Loynaz, quien fuera descendiente de familias principeñas que engrandecieron la región, nació el 23 de agosto de 1860. Cursó estudios en las Escuelas Pías, graduándose de Bachiller en Ciencias y Letras en1876.
Perteneció al partido Autonomista, fue Vicepresidente de la Sociedad del Liceo, una de las instituciones más prestigiosa de Puerto Príncipe. Con la reanudación de la guerra necesaria el 24 de febrero de 1895, fue de los jóvenes principeños que se incorporó a la lucha independentista junto a Salvador Cisneros Betancourt el 5 de junio de 1895.
De su accionar e historia

Al unirse el grupo a las fuerzas de Máximo Gómez, recibió instrucciones del Generalísimo para organizar el regimiento de “Agramonte”. Su valor, y capacidad militar le valieron ascensos continuos hasta llegar a general de división. Un dato curioso sobre su vida militar, es que nunca fue herido en la guerra.
Peleó en combates importantes como: Altagracia, Congreso, San Jerónimo, Los Dolores, El Torreón, Maraguán, Las Purísima, entre otros. Estuvo bajo las órdenes de grandes estrategas, Máximo Gómez, Antonio Maceo y Calixto García. Participó como representante en la Asamblea de Jimaguayú, estuvo al lado de Calixto García en la toma de Guáimaro, victoria estratégica de la región
Se convirtió en la autoridad máxima entre 1898-1899, del Tercer Cuerpo del Ejército Libertador de Cuba, cuya jurisdicción se extendió desde el río Jobabo hasta la Trocha de Júcaro a Morón.
El 30 de noviembre de 1898, realiza la entrada a la ciudad principeña al frente del Tercer Cuerpo del Ejército Libertador de Cuba, lo acampanarían dos patriotas insignes Salvador Cisneros Betancourt y la capitana Rosa Castellanos, La Bayamesa. En diciembre fue nombrado Jefe de Comunicaciones en Camagüey.
El 24 de marzo de 1899 fue designado por el gobierno interventor como gobernador civil, cargo que mantiene durante las elecciones de 1901.
Falleció el 24 de julio de 1927, sus restos se encuentran en la bóveda familiar del Cementerio General de Camagüey.
Su viuda, Ángela Malvina Silva, donó al Patronato del Museo Provincial en la década de 1940, artículos personales utilizados por el patriota en campaña: la cartera de cura, cornetín, gemelos, insignias, espuelas, entre otras piezas, que pueden ser contemplados en las exposiciones del centro museal como exponentes de gran valor patrimonial.