La muestra fotográfica del artista santiaguero Julio Ángel Larramendi, rememora desde La Ciudad de los Tinajones el X aniversario de la fundación de la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de las ciudades patrimoniales cubanas.
Debo recordar que la Red de Oficinas unió saberes y diversos especialistas, en aras de promover la rehabilitación urbana y la recuperación del patrimonio cubano en las 7 villas fundacionales y en otras ciudades del país que se han ido sumando a esa labor, para rescatar del olvido todo lo que nos hace únicos desde hace más de 500 años.
Bajo el título de “Ciudades Patrimoniales Cubanas” la exposición se develó este miércoles en nuestra ciudad, en la Galería Fidelio Ponce de la propia sede de la Oficina, ubicada en la Plaza del Carmen.
La misma inició su recorrido por todo el país en la capital cubana y fue inaugurada por el historiador de La Habana, Eusebio Leal. En ella, se sintetiza en 5 fotografías de cada ciudad imágenes icónicas de su geografía, y estarán a nuestra disposición hasta el 3 de julio; fecha en que continuará camino hasta la tierra natal del artista (Santiago de Cuba).
Nada más sublime para la apertura que una melodía desde el violín y el piano de la directora del dúo A Piacere, con una de sus alumnas.
Sobre Larramendi
Fue difícil llegar al autor de tanta belleza, pues luego de sus emotivas palabras y el agradecimiento por estar en Camagüey, donde tomó agua de tinajón en la década del 60, sus instantáneas llenaron de asombro los ojitos de los estudiantes de la escuela vecina Martha Abreu: fueron los pioneros su público estrella.
Las dotes de maestro afloraron en Ángel y les aseguro que fue muy hermoso verlo intercambiando con los niños, mientras disfrutaba explicándole los detalles más llamativos de cada una de las villas fundacionales; las que visitó para impregnarse de sus secretos y hacer este interesante trabajo.
Según Larramendi las imágenes del Camagüey, que inician la muestra, son la pauta de lo que se hace en nuestra ciudad patrimonial para preservar su encanto y de la labor de muchos para recuperar cada joya de la arquitectura citadina; también, dijo el autor, las imágenes traen con ella la espiritualidad que nos une a cada construcción.
Al dialogar con el artista, pude apreciar cuánta sencillez y amor desborda y estimé su capacidad de mostrarnos con el trabajo de varios años, la relación entre arquitectura y paisaje desde otra óptica, esa que nos llama a sentir orgullo de nuestra tierra.
Fotos: Mario Morffiz