El Cementerio General de Camagüey, de estilo colonial, cumple hoy 3 de mayo 210 años de fundado, fecha desde la cual presta servicios necrológicos de forma ininterrumpida; por lo que está considerado como el más antiguo de Cuba todavía en funcionamiento.
En sus inicios fue un pedazo de sabana bordeado de arbustos y con una sencilla portada de madera, con la inscripción “Respetad este lugar”. Esta portada fue sustituida años más tarde por un arco de mampostería, donde se leía en latín: Beati mortui qui in Domini moriuntur”, (Bienaventurados los muertos que mueren en el señor. Apocalipsis 14.13); esta se conservó hasta años recientes, cuando se cambió por la actual: “Dios de gloria a los que aquí reposan”. Todas estas inscripciones, de una u otra forma, se refieren a la sacralidad del sitio, evocando que el Dios Padre abraza y protege a los difuntos por toda la eternidad.
Con el tiempo y el desarrollo, el cementerio quedó cautivo dentro de su propio despliegue urbano, por lo que su trazado es tan irregular como la ciudad.
El camposanto camagüeyano tiene cuatro puertas de acceso y curiosamente el 1er. tramo o el tramo fundacional, como también se le conoce, no tiene puerta:
- La puerta de entrada por la calle Desengaño, resultado de la ampliación de 1839 (en el 2do. tramo).
- La puerta de la Carretera Central, que se comunica directamente con la puerta de entrada por la calle Desengaño (en el 4to. tramo).
- La puerta de la calle San Clemente (por el Callejón del Hortelano, en el 4to. tramo).
- La puerta falsa de 20 de mayo, que se abrió en octubre de 1885 y que, desde febrero de 2022 después de su última restauración, se abre en días significativos, como días de las Madres, los Padres y Fieles Difuntos (en el 3er. tramo).
Este lugar sagrado perpetúa la memoria de algunas personalidades, de las que se desconoce la ubicación física de sus restos mortales, pues el colonialismo español silenció su última morada, para que no devinieran en símbolos; algunos de ellos son: Francisco Agüero Velazco y Manuel Andrés Sánchez, Amado Oscar de Céspedes y Céspedes y el Mayor General Ignacio Agramonte.
La Oficina del Historiador de la Ciudad y su escuela de Oficios Francisco Sánchez Betancourt, en coordinación con las direcciones Provincial y Municipal de Comunales, la Universidad de Camagüey, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, la Empresa de Restauración, Trabajadores por Cuenta Propia, y nuevas formas de gestión; continuarán trabajando por cumplir los objetivos propuestos, pues la rehabilitación del cementerio representa el rescate de una joya distintiva de la ciudad.
Esta intervención se realiza luchando contra diversos factores, como el daño ambiental, físico, químico y biológico; así como por la falta recursos materiales y financieros. Es deber de la administración, los trabajadores y la población toda, contribuir con el respeto y la protección de este lugar. Se exhorta al cumplimiento de las Regulaciones Urbanísticas, a lograr la responsabilidad ciudadana y a prevenir hechos vandálicos; que son también causales que pueden contribuir a destruir riquezas atesoradas en este respetable y digno sitio.