Por: Ricardo Muñoz Gutiérrez
En 1946, el monopolio ganadero norteamericano King Ranch, inició la penetración en la provincia de Camagüey en zonas rurales del municipio Nuevitas. En 1952, en contubernio con la Francisco Sugar Company, intentó apoderarse de las tierras realengas al sureste de Camagüey; propósito facilitado por un Decreto de Batista de 1952 y la incomunicación de la zona que facilitaba la violación del registro de la propiedad mercantil y el desalojo de los campesinos de tierras realengas. Estas tierras eran propiedad del Estado y trabajadas por campesinos, pero, sin documentación legal.
Entre 1952 y 1956, con la dirección de la Asociación Nacional Campesina de Cuba y la orientación del Partido Socialista Popular (Comunista), que propugnaban la unión de todas las organizaciones campesinas para enfrentar el desalojo, los campesinos camagüeyanos de Hato Estero y Las Maboas —apoyados por obreros agrícolas e industriales del municipio Santa Cruz del Sur y sindicatos de la ciudad de Camagüey— enfrentaron a los geófagos y frenaron sus propósitos. En este período fue creada la Asociación Campesina de Las Maboas, con un programa que incluía la defensa del realengo y la lucha contra la tiranía de Batista.
Pero, en 1957, el tirano Batista entregó las tierras del realengo Las Maboas, y la King Ranch se dispuso a adjudicárselas. En enero del 58 la Compañía, apoyada por la Guardia Rural, inició violentamente la ocupación mediante el uso de buldózer, quema de casas y destrucción de sembrados y todo lo que encontraran; el objetivo eran desalojar a 250 familias. Los campesinos, orientados por el Partido Socialista Popular, prepararon y organizaron su defensa no permitiendo la usurpación.
El 1º de marzo el gobierno de Batista ordenó bombardear el realengo Las Maboas; pero, la movilización hacía el mismo de mujeres, niños, obreros del puerto de Guayabal y otras zonas impidieron la ejecución.
El 5 de marzo de 1958, se efectuó una gran concentración en Las Maboas, a la que asistieron dirigentes de diferentes fuerzas y sectores sociales identificado con la causa campesina. En la misma se constituyó un Frente Único contra Batista y los desalojos, al que se le subordinaron los campesinos de Hato Estero y se declararon en rebelión.
Crearon una fuerza permanente de 250 hombres para la defensa, una dirección central y comisiones para atender el orden interior y autodefensa, abastecimiento, finanzas, entrada y salida de personal, reparto de tierra, frente femenino y orientación. También aprobaron un programa de lucha. Los principales dirigentes de este movimiento pertenecían al Partido comunista y al 26-7.
Frenaron los desalojos, impidieron el paso de la Guardia Rural y ocuparon cuatro buldóceres.
La dirección central del movimiento se ubicó en un campamento en el centro de Las Maboas. Desde el inicio los campesinos se proyectaron por la divulgación de su causa, buscaron apoyo y realizaron alianzas con diferentes fuerzas y sectores como con los obreros de la zona con 11 comités socialistas, sindicatos portuarios, células del Movimiento 26 de Julio, un grupo armado del Puerto de Guayabal, la Asociación de Padres y Vecinos, obreros agrícolas, asociaciones campesinas, Federación Democrática de Mujeres Cubanas, pequeños y medianos colonos, ganaderos y comerciantes.
Una oficina enviaba telegramas, cartas, manifiestos, para que en todo el país se conociera la lucha que libraban. Grupos de campesinos, hombres y mujeres, sirvieron de enlace o del grupo de vigilancia y evitaban que sin autorización se llegara hasta los dirigentes principales. La emisora Radio Camagüeyana y en La Habana, el Partido Socialista Popular, contribuyó a difundir mensajes a su favor; la revista Bohemia publicó un reportaje: “250 familias en pie de lucha en Las Maboas”.
Posteriormente, 25 jóvenes del grupo armado cumplieron la misión de apoyar la huelga de abril convocada por el M-26-7. En la ciudad de Camagüey se creo una comisión de apoyo y casas de contactos, que suministraron productos para sostener la lucha.
La Guardia Rural quemó 35 bohíos y realizó varias detenciones. En una ocasión detuvo y envió a la cárcel de Camagüey a 51 campesinos. Las manifestaciones por su liberación fueron constantes, incluso, llegaron a negociar la liberación por la devolución de un buldócer. La solidaridad crecía con el tiempo y, entre otras cosas, se denunciaba la persecución de los dirigentes y, en particular, el intento de asesinato del líder Francisco Elías León. Este fue detenido el 1º de junio, juzgado y condenado; se mantuvo preso hasta el 1º de enero de 1959.
En el plano jurídico se libró otra gran batalla con el apoyo del Colegio de Abogados, por la falsificación de documentos por la Francisco Sugar Company.
El movimiento campesino de Las Maboas, bajo la conducción de Partido Socialista Popular y el apoyo del Movimiento 26 de Julio, frenó la ambición geófaga de monopolios norteamericanos, que fueron definitivamente expulsados después del triunfo de la Revolución.


