Los niños y la preservación del patrimonio

Foto: José A. Cortiñas Friman
Share on facebook
Share on twitter

Inculcar en niños adolescentes y jóvenes el cuidado del patrimonio y el respeto a la historia es una de las misiones que se ha trazado la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey.

Para lo lograr este fin han desarrollado varios proyectos socioculturales como Arlequín, Patrimonio Rumba y Punto, las Aulas Patrimoniales, los talleres de verano, los recorridos a sitios de valor histórico y patrimonial, entre otros. También se han acercado a las escuelas.

A pocos metros de la sede de la Oficina del Historiador se encuentra la escuela primaria Marta Abreu, la cual se ha favorecido con varios de lo proyectos que buscan entrelazar la historia y educación en los estudiantes para fomentar el interés por la historia local, mediante la visita a sitios de valor patrimonial.

“Hemos aprendido mucho de la historia de nuestra localidad. Hace poco fuimos al Centro de Interpretación del Cementerio y conocimos más acerca de todas las personalidades que ahí se encuentran enterradas, además de la historia del lugar”, comenta Daniela de Jesús Finalé Rodríguez, una de las estudiantes de la escuela Marta Abreu.

Mientras, su compañero Denzel Pérez Álvarez habla de la importancia de cuidar el patrimonio: “Es importante que cuidemos y respetemos el patrimonio, porque así podemos pasar de generación en generación la historia de nuestra ciudad.”

Los niños y su educación tienen gran importancia para la Oficina del Historiador de la ciudad de Camagüey, por eso, en el acercamiento de la institución a las escuelas también se busca mejorar las condiciones de los inmuebles y los medios de enseñanza.

Siempre teniendo en cuenta las necesidades planteadas por profesores y alumnos.

Ejemplo de ello son las intervenciones realizadas en la escuela Héroes del Moncada y en la propia Marta Abreu.

“La Oficina del Historiador nos apoya mucho, y sobre todo es importante esa labor que realizan con los niños, porque no solo aprenden de la historia de la ciudad, sino que les inculcan valores que les permiten desempeñarse mejor en la sociedad”, comenta Yurielvis Veloso Ferrer, profesora de la escuela Marta Abreu.

De la educación de la infancia también depende el futuro del patrimonio agramontino. Formar en los niños y niñas valores que tributen al cuidado de la urbe e inculcarles el amor por la historia local, es incluirlos en la construcción participativa de una ciudad mejor.

Más relacionados