Entre las profesiones que ejerció Manuel Ramón Silva Zayas figura la de catedrático, labor que lo prestigió aún más en la sociedead y pueblo camagüeyanos.
Sus inicios en esta labor se enmarcan al regresar a su ciudad natal, una vez finalizada la contienda del ’95. Por mediación de la Orden No. 47 del entonces Cuartel General de la División de Cuba, es designado, catedrático de Anatomía, Fisiología e Higiene y de Historia Natural, en el Instituto de Segunda Enseñanza.
Con relación a su nombramiento se han encontrado diferentes fechas, pues algunas fuentes exponen que fue el 31 de enero, mientras otras el 1ro de febrero. No obstante, en lo que sí coinciden es en el año: 1900.
Otros cargos
El camino transitado, lo lleva a convertirse en director interino en julio del propio año, cargo que mantuvo hasta el quince de octubre, dado que una vez realizadas las oposiciones de las cátedras, se le nombró definitivamente para el puesto. En el transcurso de ese tiempo toma posesión de las asignaturas: Lógica, Sociología y Enseñanza Cívica.
Más allá de una profesión
Su dedicación al magisterio y su preocupación por el aprendizaje del alumno trascendían la barrera formal, dado que a los estudiantes atrasados les daba clases sin costo alguno en su residencia fuera del horario lectivo. Asimismo, pagó matrículas de educandos pobres, acción que había repetido en otras ocasiones, pero desde la medicina, cuando decide atender a pacientes sin recursos gratuitamente en su consulta particular.
Un giro político
Jorge Suárez Cedeño, expresa que este camino se vio pausado, pues es elegido delegado a la Convención Constituyente de 1901. Más tarde renuncia definitivamente a la dirección, al ser electo senador y hace entrega de ella, el 30 de abril de 1902.
Posteriormente, en una carta alega que no podía continuar en la faena educativa, debido a que su cargo ahora como gobernador no le permitía realizar íntegramente esa tarea; de ahí que pasase a optar por un sustituto.
En otra ocasión escribió una misiva al director con el objetivo de que se le restituyese en dicho ocupación, plaza que le fue devuelta por acta elevada a la Secretaría de Instrucción.
Adiós al maestro
Al comunicarse su muerte por el Secretario de Instrucción, el director del instituto expresaría que “los alumnos del centro habían perdido a uno de sus mejores profesores; Camagüey, a uno de sus hombre más ilustres y el claustro, el mejor de sus prestigios”.
Bibliografía
Augier, Ángel. Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico-crítico. Editora del Consejo Nacional de Universidades, Universidad Central de Las Villas, 1965.
Labrada Rodríguez, Eduardo. La prensa camagüeyana en el siglo XIX. Eidtorial Oriente, Santiago de Cuba, 1987.
Suárez Cedeño, Jorge. Manuel Ramón Silva Zayas (Médico, Polígrafo, Revolucionario y Luchador Antimperialista 1866-1919). Cuadernos de Historia de la Salud Pública, número 44. Publicación del Consejo Científico, Ministerio de Salud Pública, 1967.