Por: María del Carmen Alemán Vázquez
¿Qué aportan los estudios de piezas en la zooarqueología?
Es de gran interés para la arqueología el estudio de elementos superestructurales que formaron parte de la cultura espiritual en individuos que hicieron vida cotidiana en determinados sitios, lo que hoy constituye tema de estudio para especialistas interesados en indagar sobre dicho contenido.
Resultan llamativas las piezas recuperadas en sitios arqueológicos elaboradas a partir de material biológico. Al poseer características distintivas del resto de las muestreadas, exigen mayor detenimiento para develar los enigmas que van surgiendo en el transcurso de la faena -como el material que fue utilizado, el modo de confección y el fin para el que fue hecho.
En su gran mayoría, este material zooarqueológico al que se hace referencia, resulta ser parte del subproducto de la dieta alimenticia como: huesos de vaca, vértebras de pescado, caparazones de quelonios o de jicotea, y conchas de moluscos -los cuales fueron utilizados para elaborar los más variados objetos.
Entre estos restos encontramos útiles diarios como: pendientes, colgantes, cuentas de collar, cepillos de dientes, peines y cepillos de cabellos, botones, fichas de juego, mangos de cubiertos, raspadores, punta de lanzas y picos de manos.
Todos resultan muy importantes, pues desde el surgimiento del ser humano, este ha necesitado de medios e instrumentos que faciliten su estancia en la Tierra y hagan más placentera su vida.
Desde tiempos inmemoriales, el hueso ha sido un material utilizado para confeccionar infinidad de artículos. En intervenciones arqueológicas es habitual encontrar piezas asociadas a este material, y aunque en contextos diferentes, poseen similitud, dado el fin para el que fueron elaboradas.
Sitios estudiados que destacan por la presencia de elementos superestructurales
Al grupo de Arqueología de la Subdirección de Investigaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), este tema no le es ajeno, pues resulta familiar encontrar elaboraciones a partir de restos óseos en cada excavación. En este caso, hacemos referencia específicamente a piezas recuperadas en Pueblo Viejo de Nuevitas, en el antiguo Hotel Habana -situado en la céntrica calle Cisneros- y en el antiguo convento hospital de San Juan de Dios.
Pueblo Viejo de Nuevitas, lugar conocido como el primer asentamiento de Santa María del Puerto del Príncipe, fue intervenido en marzo del año 2012. El material arqueológico exhumado sugiere una ocupación temprana y sostenida del espacio desde la primera mitad del siglo XVI hasta igual período del XIX. Otras hipótesis manejan la supervivencia de marcados elementos culturales indígenas hasta el siglo XVIII e inicios del XIX.
De este lugar se cuantificaron un grupo de piezas confeccionadas con fines utilitarios como: cuentas de collar elaboradas con vértebras de peces óseos, raspadores confeccionados a partir de moluscos bivalvos, picos de mano hechos de cobo, colgantes a partir de moluscos, y botones de huesos de vaca.
Otro de los lugares estudiados fue el segundo claustro del Convento de San Juan de Dios, en el centro histórico de la ciudad de Camagüey. Allí se realizó una excavación en noviembre de 2012. Entre lo clasificado se encontró material cerámico de diferentes tipologías, correspondientes a los siglos XVII al XIX.
Con respecto a las elaboraciones en huesos, aparecieron varios exponentes como huso de hilar, cepillo de dientes, mango de cubierto, pieza de abanico, cuentas de collar de vértebras de pescado, botones de huesos de vaca que resaltan al aparecer con uno, dos, cuatro y cinco orificios.
En el sitio Hotel Habana se hicieron varias campañas de excavación desde el año 2008 hasta 2016, y se recuperaron varias piezas elaboradas a partir de huesos.
Este ha sido un análisis fruto del trabajo realizado por especialistas y técnicos pertenecientes al Grupo de Arqueología de la Subdirección de Investigaciones de la OHCC, ya que muchos de estos objetos fueron descubiertos en la propia etapa de excavación; y otros durante el trabajo de laboratorio en los procesos de identificación y clasificación del material.
Con el desarrollo del hombre, estos artefactos también han brindado la posibilidad de descubrir patrones culturales de una época determinada. Cada uno de ellos nos ofrece la más variada información acerca de la actividad humana: desde los indispensables para subsistir hasta los elaborados con fines lujosos y decorativos.