Más allá de una leyenda

Foto: José A. Cortiñas Friman
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La captura del llamado Indio Bravo, originó una de las leyendas más conocidas del Camagüey. Transmitida de generación en generación ha llegado hasta nuestros días con diversas interpretaciones.

Historiadores como Jorge Juárez Cano, Tomás Pío Betancourt y Juan Torres Lasqueti hacen eco del hecho en sí. También es recogida en el libro titulado El Camagüey Legendario, de un marcado carácter etnográfico y coordinado por la Dra. Ángela Pérez de la Lama.

Dicho texto se encuentra escrito desde las visiones y entendimientos de adolescentes, alumnos del Instituto de Segunda Enseñanza, que con una especial mirada hacia los fenómenos, historias y hechos, hacen de ella su mayor fortaleza y debilidad.

Por otro lado, será Roberto Méndez Martínez en Leyendas y Tradiciones del Camagüey, quien arribará a importantes conclusiones y sacará a la luz detalles ignorados por los anteriores.

Lectura entre líneas

La leyenda del Indio Bravo, anclada a la realidad, es expresión de un contexto específico, en este caso local. Es por ello que más allá de lo que cuenta y se dice en las diferentes interpretaciones y versiones se observan elementos como: el miedo al indio, por una posible sublevación, y todo el universo místico que lo envuelve; a través de su caracterización como ser depredador -antropófago que roba niños para alimentarse de ellos, comer su corazón y beber su sangre-, cuando en verdad se alimentaba con lenguas de reses que mataba a flechazos para extraérselas, o bien se las cortaba fríamente dejándolas vivas.

Asimismo, se le dotaba de una fuerza descomunal, crueldad inimaginable y con gran capacidad para el uso del arco y la flecha.

La definición romántica de los captores y asesinos como: hombres valientes, aficionados a esa aventura; específicamente de su el tratamiento en El Camagüey Legendario, se le da la connotación de acto heroico y por tanto el calificativo de héroes, aunque Lasqueti los cataloga de rancheadores.

Juárez Cano advierte que en la supuesta “versión oficial” aquellos valientes serían don Serapio de Céspedes, don Agustín Arias y un esclavo de este.

No obstante, según Roberto Méndez, el matador sería el cautivo pero no tuvo participación en la recompensa, a pesar de la intervención a su favor del alcalde ordinario Santiago Hernández; mientras Juárez Cano declara que el siervo queda libre.

Por otra parte está la necesidad de un control social. La muerte del malhechor no solo trajo una alegría inmensa a todos los habitantes de la villa quienes decidieron comenzar enseguida a tocar las campanas y a celebrar el San Juan, luego de un tiempo detenido por su causa; sino que se convirtió en símbolo de control social de los elementos inadecuados.

Por qué Indio Bravo

Aunque en la actualidad no se conoce aún su nombre real o procedencia, se deben tener en cuenta ciertas situaciones que se dieron en el occidente y centro de la isla, particularmente en San Juan de los Remedios.

Según el historiador y folklorista local Facundo Ramos ya en los primeros años del siglo XIX merodeaba por los alrededores de dicha villa un llamado “indio bravo”, denominativo común con que se conocía en el centro al indio que se sublevaba contra las autoridades coloniales. También se le nombraba bandido, cimarrón, bandolero y se sabía utilizaba el arco, las flechas, el chuzo o arpón y que era muy ágil en sus desplazamientos; además de raptar niñas y muchachas. Estos hechos pueden haber conllevado a una movilidad y desplazamiento hacia la región.

De esta forma surgen distintas interrogantes sobre si era un grupo de indios el que actuaba, como bien se evidenció en Pinar del Río, pues es muy difícil creer que solo uno pudiese tener asustada a toda una capital jurisdiccional.

Con la exposición de los anteriores elementos se comprende que la construcción de la leyenda del Indio Bravo, se crea a partir de un hecho verdadero y se enriquece a raíz de fundamentaciones idealizadas de los principeños, cumpliendo con una función de eficacia social circunscrita a su ámbito de aparición.

Bibliografía

Juárez Cano, Jorge. Apuntes de Camagüey. T.1. Camagüey, Imprenta “El Popular”, 1929.

Méndez Martínez, Roberto. Leyendas y Tradiciones del Camagüey. Camagüey, Editorial Ácana, 2013.

Pérez de la Lama, Ángela. El Camagüey Legendario. Camagüey, Talleres Gráficos, 1960.

Torres Lasqueti, Juan. Colección de datos históricos-geográficos y estadísticos de Puerto del Príncipe y su jurisdicción.  La Habana, Imprenta “El Retiro”, 1888.

Otros materiales proporcionados por el MSc. Pedro Enrique Ramírez.

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