Mayor general Antonio Maceo Grajales y su leal capitán Panchito Gómez Toro

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Mamá querida, Papá, hermanos queridos, muero en mi puesto de combate. No quiero abandonar el cadáver del General Maceo y me quedaré con él…Lo hago con mucho gusto por la honra de Cuba.”

El 7 de diciembre de 1896 murieron, en San Pedro Punta Brava, el Mayor General Antonio Maceo Grajales y su leal capitán, Panchito Gómez Toro. Antonio Maceo, Hombre-Patria, vida, cuerpo y alma; las entregó por completo a la independencia de Cuba. Su arrojo, dignidad y estatura moral fueron tales que, los jóvenes de diferentes capas sociales, vieron en él el paradigma, la quimera, el modelo encarnado.

¿Qué joven no admiró al Titán?

Panchito se inmoló. Con el brazo izquierdo vendado por herida de proyectil, por no dejar en el campo de batalla al cuerpo de su padrino, maestro, ídolo; permaneció al lado del cadáver. Al joven capitán de 21 años, por la decisión de rescatar el cuerpo de su general, lo hirieron y machetearon hasta quedar sin vida. El sacrificio lo prefirió antes quedar él con vida y el cuerpo de su líder exánime, en manos enemigas.

El pacto de silencio

Juan Delgado y un grupo pequeño de humildes campesinos impidieron que los cuerpos caídos fueran hallados y ultrajados por los españoles. Lo lograron.

La intención era levantar un monumento. La comisión Restos de Maceo-Gómez estaba integrada por los Generales Máximo Gómez, Alejandro Rodríguez, José Lacret Morlot y Salvados Cisneros Betancourt. En 1899, el 7 de diciembre, fue inaugurada una modesta obra que luego se redimensionó.

Los protagonistas no quedaron en el olvido. Más tarde en el lugar en que ellos dieron sepultura a Antonio y a Panchito, la escultora Jilma Madera erigió un monumento titulado “El Pacto del Silencio.”

El doctor Bernardo del Toro subrayó:

Que maceo y su ayudante cayeran en el campo de batalla, nada tiene de excepcional ni de único; que las huestes mambisas recogieran los cadáveres (…) tampoco tiene nada de extraño (…) lo que sí es obra de un designio al parecer ineluctable es que, al confiarse sus despojos a hombres modestísimos en hábitos y en mentalidad, a rudos campesinos, guardaran el secreto como en sagrario de oro tal y como supieron hacerlo al enterrar los restos, con unción beatífica.”

El General en jefe Máximo Gómez le escribió a María Cabrales, la viuda de Maceo:

“(…) A esta pena me une, allá en el fondo del alma, la pena cruelísima de mi Pancho, caído junto al cadáver del heroico guerrero y sepultado con él en una misma fosa, como si la Providencia hubiera querido con este hecho conocer a mi desgracia el triste consuelo de ver unidos en la tumba a dos seres cuyos nombres vivieron eternamente unidos en el fondo de mi corazón.”

Carta de María Cabrales de Maceo al periodista español Emilio Castelar, descubierta por el investigador Carlos Acevero

“Y como sería insensato después de todo pedirle a un español, sea de espíritu tan levantado como ud. que venere y admire la memoria del guerrero indomable que aterrorizó a la nación por largos años y que en Jobito, en Paralejo, en Calimete, en Coliseo, en Guamacaro, en San Luis, en Paso Real, en las Taironas, en Lomas de Rubí, en San Claudio, en Lomas de Torino, El Negro y en Artemisa derrotó a los mejores Generales españoles. “

“…aplaudo con calor su conducta la cual ha emocionado hondamente mi corazón de viuda atribulada, ha mitigado el amargo sentimiento que se inspiró en el populacho en las plazas y paseos de toda España para festejar en horrible santoral de caníbales el fin glorioso de un caudillo enemigo e ilustre por sus méritos y por sus hechos y que fue siempre tan bravo en la pelea como generoso en la victoria con el enemigo derrotado.

Legado

El pensamiento y carácter de Antonio Maceo Grajales perfila la nación cubana.

(…) en punto al reconocimiento de mis actos, buenos o malos, jamás vacilaré porque mis actos son el resultado, el hecho vivo de mi pensamiento, y yo tengo el valor de lo que pienso, si lo que pienso forma parte de la doctrina moral de mi vida (Maceo, 1998, V. I, p. 158).

Bibliografía

Antonio Maceo. Ideología política. Cartas y otros documentos (2 vols). (1998). La Habana: Ed. de Ciencias Sociales

Cubadebate

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