Artefactos que te trasladan a otros siglos, señales de postes debajo del piso, una botija o quizás una virgen de madera esperan a esos osados especialistas que intentan desde la Arqueología darle un valor agregado a esta ciudad que historia y arquitectura engalanan.
Desde el 2011 la Oficina del Historiador de la ciudad trabaja en un proyecto que tiene a su cargo el estudio de la cultura material como bien patrimonial, considerando a la ciudad en su conjunto como sitio arqueológico único y complejo.
Para conocer las motivaciones de ese grupo de 9 personas apasionadas por la ciencia que estudia las sociedades antiguas a partir de sus restos materiales me informé del proyecto; y luego a pie de obra compartí la genuina experiencia de encontrar objetos que te hablan de otra época.
La historia también es protagonista…
En este complejo proceso de detectar, en las viviendas que componen la zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, elementos que nos remonten a distintas épocas del desarrollo de la ciudad resulta muy interesante; porque en él también interviene el valor histórico.
Fernando Crespo Baró es el especialista en Historia, perteneciente a la Dirección de Investigaciones de la Oficina del Historiador, que realiza la relatoría de cada uno de los inmuebles que se visitan.
“Las primeras 80 manzanas del Centro Histórico ya fueron visitadas; y la historia en ellas nos trasladó a momentos importantísimos de nuestra historia local y nacional”.
Según Karen Martínez Rodríguez, especialista en arqueología e integrante del proyecto, resulta imprescindible conjugar historia y arquitectura para a través de ellas encontrar resultados más concretos en el área de la Arqueología.
El proyecto
Amor y entrega se respira en esta labor que se hace palpable, en este 2019, porque se encuentra en su segunda etapa de ejecución, pero experiencia y deseos de construir el camino donde la Arqueología y los valores de la ciudad se den la mano; resulta el objetivo de este equipo de especialistas de la Oficina del Historiador.
Este proyecto arqueológico que desarrolla la institución encargada de salvaguardar el patrimonio en Camagüey, con su grupo de especialistas, no solo marca pautas para añadirle un valor desde esta ciencia a la ciudad; sino también persigue contar la historia de los ingenios que se encontraron en la provincia, para futuras etapas del proyecto.