Movilidad peatonal, retos y obras

Foto: José A. Cortiñas Friman
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Por: María Isabel Carmenate BringaNélida López Avila

Las tendencias actuales para resolver el viejo conflicto urbano transporte-peatón, apuntan a modelos desarrollistas que tienden a dar prioridad al automóvil, adaptable a las ciudades modernas con una estructura vial diseñada a tal efecto o las que optan por el peatón como protagonista del espacio público para zonas históricas de alto valor patrimonial.

El centro histórico de Camagüey no está exento de esta problemática, por ello se convierte cada vez más en una necesidad inaplazable el lograr un ordenamiento factible para la movilidad que defina al protagonista del espacio público. Su premisa fundamental radica en que lugareños y visitantes tengan prioridad mediante el enlace peatonal de los cinco principales espacios a partir del vínculo del área fundacional del parque Agramonte con la plaza de los Trabajadores, el parque José Martí, la plaza San Juan de Dios y la del Carmen, permitiendo vías de recorridos seguros y directos con atractivas conexiones donde se aprecian los valores del Camagüey legendario. En esta zona existe un bajo por ciento de peatonalización representado por los callejones de la Soledad, la Mayor; las plazas San Juan de Dios y el Carmen.

El eje peatonal de coexistencia prohíbe de manera general el acceso de los vehículos y solo admite el paso excepcional de los de emergencia, así como los destinados al suministro de mercancías durante ciertas horas y los particulares residentes. En esta modalidad las restricciones varían en la medida de la ubicación y el uso, por ejemplo en las calles Maceo y República se permite el paso de autos de emergencia por incendio u otras contingencias, pero no los de servicio ni el parqueo de los residentes.

Las calles peatonales puras adquieren una función que justifica la permanencia del cierre, tal es el caso del callejón de la Soledad y el tramo de la calle Martí entre Cisneros e Independencia; en ambos ejemplos se extendió el servicio de gastronomía ofertado en sus establecimientos.

Génesis…

Al inicio fue necesario el análisis integral de la vialidad urbana y sus flujos. Se creó un sistema que articula la categorización de las vías con el tráfico, el transporte, el parqueo y el proceso mencionado. Del estudio surgieron reglas que disuaden y depuran la entrada de transporte, así como la construcción de vías para obtener conexiones a nivel de ciudad.

El Plan, a través de sus etapas ha implementado de forma paulatina un grupo de acciones como el tramo de la calle Martí entre Cisneros e Independencia, la plaza, la calle Maceo, un tramo de la calle República y Van Horne, que aunque no está contenida en la ZPCH, influye en la movilidad urbana de esta.

La peatonalización propuesta para la calle Independencia, prevista para la primera etapa del Plan, se retoma desde la calle Hermanos Agüero hasta Ignacio Agramonte, la misma posee alta centralidad urbana con alto volumen de tránsito que genera indisciplinas viales, concentrando además gran cantidad de inmuebles de grado de protección 1 y 2.

La segunda etapa proyecta la conexión del parque Agramonte con el parque José Martí, la plaza del Carmen y la de San Juan de Dios, enlaces de gran complejidad por las medidas organizativas colaterales que derivan.

El vínculo con el parque Martí comprende la calle de igual nombre con cierre vehicular de un tramo en el año 2011 (frente al parque Agramonte) desde la esquina a Cisneros (frente a un lado del parque Agramonte) hasta la conclusión del parque Martí, a fin de vincular ambos espacios públicos.

La calle Hermanos Agüero constituye la unión con la plaza del Carmen, utilizando parte del trayecto peatonal de Independencia, el cual establecerá un extenso recorrido entre el parque Agramonte y el polo cultural-residencial del Carmen. De vital importancia para la reanimación integral será la inserción de servicios relacionados con la cultura, gastronomía, comercio, recreación y otros.

El nexo con la plaza San Juan de Dios resulta más complejo, pues los ejes que lo propician (Cisneros, Pobres, San Clemente y callejón González Hurtado) están comprometidos con la vialidad de la ciudad, por ello la solución definitiva se establecerá en etapas posteriores.

Los procesos de peatonalización no están ajenos a los principios participativos en el planeamiento urbano, independientemente de la escala o la temática de que se trate. En Camagüey la participación institucional y ciudadana ha tenido una repercusión indispensable para alcanzar tales propósitos.

La comunidad y su papel decisivo

La organización de consultas populares, reuniones de trabajo de carácter interinstitucional en un período de más de cinco años, y valoraciones constantes in situ a fin de visualizar y controlar técnicamente la congestión vial, así como los niveles del tránsito a determinadas horas del día, han sido acciones precisas y, a su vez, momentos necesarios de retroalimentación informativa.

Las áreas peatonales ya establecidas encuentran aún la resistencia de los usuarios de la vía con transporte automotor y de tracción humana (bicicletas, bicitaxis, etc.), fundamentalmente por la pérdida del vínculo directo entre un eje conector y otro,  pues implica mayor recorrido y el consiguiente gasto de tiempo y combustible. En el contexto de la movilidad urbana el transporte alternativo se convierte en una necesidad, su diálogo con el medio ambiente y el patrimonio ayuda a la puesta en valor del bien patrimonial.

No basta que los especialistas conozcan los beneficios patrimoniales, medioambientales, sociales y económicos generados por las transformaciones, si el conductor de cualquier tipo de vehículo no conoce ni interioriza los beneficios que el programa aporta en la zona histórica, máxime cuando tiene un reconocimiento mundial distinguido por la trama urbana que organiza la estructura y funcionamiento del área.

A través de proyectos de reanimación, rehabilitación, remodelación, o revitalización integral de cada zona peatonal se conservan los valores patrimoniales tangibles e intangibles, además de incorporarle al paisaje urbano nuevos valores funcionales y de diseño que estimulan al transeúnte cuando recorre escenarios idóneos.

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