“No hay sábado sin sol, ni domingo sin amor’’. “Hay dos variables en el cielo: cae la lluvia o brilla el sol”. “El sol no se olvida de una aldea por pequeña que sea”.”Si Olorum no me mata, nadie puede matarme”.”El sol nace, el día despierta para que el hombre se lance al trabajo”.”El trabajador está siempre al sol, el dueño de la plantación, siempre a la sombra” ” ¿Cuál es el toro en el oriente que da a luz becerros y los devora?…el sol”….
He compartido con ustedes algunos proverbios, dichos, adivinanzas, pertenecientes en su mayoría a la cultura africana, esa que conforma, en buena medida la nuestra; la que es una gran mezcla y al decir del inigualable Fernando Ortiz “un ajiaco”, todos hacen alusión al sol, a ese astro milagroso sin el cual no es posible la existencia.
Va llegando la luz del sol…
Hoy voy a hablar del sol, de la luz, porque eso significa Olorum, palabra yoruba utilizada por los creyentes para implorar y suplicar aliento para la vida.
Es por eso que el Ballet Folclórico de Camagüey, colectivo que asume con magistral excelencia los elementos culturales identitarios e integradores de la cultura cubana como un hecho artístico verdaderamente, escogió este nombre para bautizar al Festival que desde el 2003 se celebra con carácter bianual en nuestra ciudad y que agrupa lo mejor de las manifestaciones músico danzarias folclóricas del país; con el propósito de intercambiar saberes tanto prácticos como teóricos y de ese modo convertirlo en un evento que nutra, fortalezca y renueve la cultura popular tradicional, que al decir de expertos: es el único festival de danza folclórica que se celebra en el país.
Ocasión importante resulta también en este suceso, que constituye una gran fiesta de pueblo y preserva sus costumbres y tradiciones, la entrega del Premio Olorum para reconocer la labor de toda una vida a creadores en el arte folclórico, así como homenajear con la Distinción Aché a personalidades destacadas en este quehacer.
Este año, para satisfacción nuestra se celebrará del 21 al 23 de diciembre, y como siempre contará con un importante programa que incluirá plazas, parques, instituciones, teatros, en fin, todo un jolgorio como suele ocurrir en esta Villa, así como también podremos disfrutar de la presencia de significativas figuras del arte y la cultura nacionales y del patio.
Recordando…
A propósito de esta nueva edición, recordaba cuando el maestro y amigo Reinaldo Echemendía Estrada, director y creador de la prestigiosa compañía que lidera este singular evento, tuvo la deferencia de invitarme en 2005 a formar parte del jurado que entregaría por primera vez, la Distinción Aché, otorgada en esa ocasión a la asombrosa profesora y primera bailarina del Conjunto Folclórico Nacional, Silvina Favart, quien tuvo a bien impartir una clase magistral que aún se recuerda por bailarines y músicos participantes.
Rememoro cuánta emoción existió al dedicar ese año el evento al desaparecido, maestro Lázaro Ross, figura imprescindible de la historiografía yoruba, y a Luis Mariano Zayas (Quintín), quizás “el camagüeyano más conguero”, como lo calificó la nota de prensa emitida el sábado 9 de abril de 2005 de nuestro semanario Adelante.
Buen augurio…
Con la seguridad de que este será un Olorum más maduro, cargado también de un mayor esfuerzo por todo lo que nos ha tocado vivir, con un sentimiento especial y colmado de ese humanismo que nos caracteriza.
Me despido, pero lo hago con un pensamiento de ese genial hombre que nos enseñó y aportó tantos valores, José Martí, al referirse al astro rey, reconociéndolo en toda su dimensión y convocándonos a siempre mirar lo mejor de cada cosa, de cada suceso, de cada oportunidad…
“El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.´´