Peces y arqueología en Camagüey

Foto: Cortesía de la autora
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Los restos arqueológicos nos permiten acercarnos al modo de vida de los seres humanos del pasado. Ciertos objetos se convierten en marcadores cronológicos muy precisos, facilitando la lectura temporal de los depósitos investigados.

Identificar y analizar los elementos recuperados pueden alumbrar sobre un sinnúmero de actividades, desde la obtención y explotación de materias primas, hasta preferencias estéticas.

Se hace común, dentro de los hallazgos en el centro histórico de la ciudad de Camagüey, la presencia de material óseo perteneciente a la fauna consumida y empleada para otras labores en siglos pasados. Algunos usos dados a partes de los peces, resultan hoy muy curiosos.

¿Qué elementos tener en cuenta?

El consumo de peces siempre fue de los preferidos a la hora de escoger la dieta alimenticia, por su exquisito sabor y propiedades que aporta al organismo; factores importantes a tener en cuenta.

Para los especialistas dedicados a la clasificación de peces (ictiólogos), en ocasiones resulta difícil la tarea, dada la prominencia que tiene para facilitar o complicar esta labor, el estado de conservación de los restos óseos.

Cuando aparecen residuos del cráneo (esplacnocraneo), como premaxilares dentarios, de mayor resistencia a causa de su dureza, además gran número de escamas, permite afirmar que fueron adquiridos enteros en los puntos de venta. 

Elementos y especies frecuentes en los sitios investigados

En Camagüey, entre los sitios estudiados, es más común encontrar vértebras de peces óseos. Es importante destacar, que la clasificación precisa de los mismos resulta compleja, por la gran variedad de especies, tanto de agua salada como de dulce que existen; y lo usadas que fueron la mayoría, en el devenir evolutivo del hombre. Desde el punto de vista de la zooarqueología, las piezas osteológicas obtenidas en las intervenciones hechas en la ciudad son de notable preservación, pues se encontraron en sitios de gran antigüedad.

Durante el estudio del material recuperado en excavaciones realizadas en el centro histórico de Camagüey, se han reconocido restos de peces óseos que pertenecen al género lutjanus, que incluyen varias especies como: cubera, cojí, ojanco, caballerote, reconocidas hasta nuestros días y de gran aceptación.

Algunas de estas presentan sus particularidades, ejemplo el pargo criollo (lutjanus analis), especie muy demandada en la actualidad.

El denominado jocú (lutjanus jocú), especie que se encuentra entre las afectadas por la ciguatera, citado en bibliografías del tema.

La cubera (lutjanus cyanopterus), especie que se caracteriza por alcanzar gran tamaño.

El estudio de los peces en sitios arqueológicos de nuestro centro histórico constituye un tema constante para la investigación, quedando siempre elementos en espera de ser develados. El edificio conocido como Hotel Habana, ubicado en la calle Cisneros entre Martí y General Gómez, es uno de los emplazamientos cuya intervención propició mayor cantidad de restos de peces, unido a otros inmuebles investigados del centro de la ciudad, cabe destacar la preferencia por el consumo de los ejemplares en la ciudad.

Como dato curioso, hay que mencionar el alto número de vertebras de peces que fueron convertidas en cuentas de collares, y encontradas en excavaciones hechas en esta ciudad, con 511 años de historia.

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