Por los caminos de la enseñanza artística en Camagüey

Foto: Archivo OHCC
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La ciudad de Camagüey, reconocida por su gran calidad artística, alberga en su seno grandes personalidades de la cultura cubana, demostrando así un alto nivel de desarrollo en cada una de las manifestaciones del arte.

La enseñanza artística es un elemento que repercute en gran medida en la creación del arte de cada ciudad. Este aspecto, en la tierra prinicipeña, ha tenido sus altas y bajas durante toda su historia; se manifiesta desde los ejemplos más individuales hasta lograr entrelazar las aristas del arte en grandes academias.

En los primeros siglos de la historia de la enseñanza artística en Camagüey, esta se distribuida entre los sectores de la sociedad de una forma distinta. Las familias más adineradas contaban con clases particulares de dibujo y música, lo que, constituía un requisito obligatorio para ellas, con mayor intencionalidad en las mujeres.

En algunas iglesias y grandes colegios privados se impartían asignaturas de corte artístico como parte de su plan de estudio. Desde el punto de vista de las clases trabajadoras y menos favorecidas, el desarrollo de alguna habilidad artística era visto como un oficio, en muchas ocasiones eran menospreciadas.

Luces de un período

Durante el siglo XIX se comienzan a dar los primeros pasos en el país para la conformación de grandes academias de artes. Bajo el apoyo de la Sociedad Económica Amigos del País, se funda en 1818, la Escuela de Pintura y Escultura de San Alejandro, la cual sentó bases para las futuras academias de plásticas que se extendieron por todo el país.

En la villa…

En Santa María del Puerto del Príncipe también se fundan dos instituciones que, a pesar que su objetivo principal no era la enseñanza artística de la población sí influyeron de cierta forma en ella; la Sociedad Popular de Instrucción y Recreo Santa Cecilia, y la Sociedad Filarmónica de Puerto Príncipe. Ambas entidades estaban dedicadas a públicos socialmente distintos, pero lograban movilizar a la población en pos de la extensión del arte, por medio de secciones de música, declamación, literatura, gabinete de lectura, entre otras actividades que fomentaban la cultura de la población.

En el siglo XX se comienza a gestar un movimiento más estructurado de la enseñanza artística en la provincia. Nacen algunas academias de arte que son determinantes para el desarrollo del mismo.

Algunas de estas academias radicaban en las casas de los que fungías como profesores y con un formato pequeño, por otra parte, un número en alza ganaron formato y consiguieron ser legalizadas y reconocidas por los gobiernos regentes en su etapa de existencia.

Eran fundadas en su gran mayoría gracias al interés y gestiones de personalidades especializadas del arte camagüeyano de esa etapa. Cada una de ellas desarrollaba una arista artística específica, aun no existía un formato que las unificara a todas.

En una fecha tan temprana como 1936 se funda la Academia de Ballet en la provincia, una de las pioneras de esta década. El mérito cae en el nombre de la maestra Gilda Zaldívar Freyre, reconocida como “la Iniciadora”, quien era discípula de Anna Pávlova, León Fokin y Love Kröhn, y constituyera una guía determinante para las futuras generaciones a pesar de su corta vida.

El coliseo local fue el espacio donde se desarrollaban la mayoría de las presentaciones de Gilda y sus alumnas. El 3 de diciembre de 1937 se realiza la primera presentación de esta compañía en el Teatro Principal, lo cual queda registrado mediante reseña en el periódico “El Camagüeyano”.

El legado de Gilda lo continúan dos grandes del ballet camagüeyano.

Su impronta

Marta Matamoros Cordero crea una nueva Academia de Ballet en 1952. Esta bailarina formaba parte del Ballet de Alicia Alonso desde su fundación, relación que permitió que la academia camagüeyana se convirtiera en sucursal de la Escuela de Ballet de Alicia Alonso.

Por otra parte, está la labor de Vicentina de la Torre Recio, quien se forma dentro de la academia de Gilda y crea su academia en 1957 con un carácter eminentemente popular, en la que continúa las pautas pedagógicas de Fernando Alonso.

Luego de 1959 esta escuela se sumó al nuevo proceso social que se generaba y que prohibía la impartición de clases privadas de cualquier índole.

Devenida Escuela Municipal de Ballet, sin precedentes en la provincia, se convirtió en la principal cantera que posibilitó le fundación en 1967 del Ballet de Camagüey.

Visión desde la música

En plano de música en este siglo funcionaban varios conservatorios de pequeño formato y de manera particular. Constituye de gran relevancia la labor del Conservatorio de Música de Camagüey fundado en 1936 por Luis Aguirre Orio. Seccionaba en su propia residencia situada en la calle Avellaneda con número 112. Constaba una validez académica nacional otorgada por el Ministerio de Educación de aquel momento y estaba adscrito a la Sección de Bellas Artes de la Dirección de Cultura del ministerio ya referido.

Su amplio programa formativo ofrecía clases para instrumentos varios; asignaturas musicales como Solfeo, Teoría de la Música, Armonía, Composición, Contrapunteo, Fuga e Instrumentación; asignaturas complementarias como Estética, Formas Musicales, Idiomas, Música de Cámara y Conjuntos instrumentales; además de constar con algunos Cursos Especializados.

Este Conservatorio constituye en sí mismo el antecedente más directo de cualquier experiencia posterior de igual o parecido signo en la ciudad.

En el caso de la enseñanza de las artes plásticas ocurre un fenómeno que tiene su principio y fin en este período, específicamente en los primeros años de la segunda mitad del siglo XX; la fundación de la Academia de Artes Plástica José Martí.

El proceso de su fundación trajo consigo varias cuestiones en su contra como, que eran un espacio que corrompería las buenas costumbres de la sociedad camagüeyana con malos vicios y vida libertina. Desde 1950 comienzan a tener fuerza la idea de fundación de esta academia.

Las negociaciones para su fundación comenzaron en la Habana bajo el accionar de Manuel Roldán Capaz, Lorenzo Romero Arciaga, Jorge Arche Silva entre otros; y en Camagüey estuvo encabezada por Dr. Adolfo Meruelo Torriente, Jorge Santos Díaz y Esther del Pozo Hernández, como parte de un grupo que apoyaban esta causa.

Su fundación no sucedió hasta el 4 de febrero de 1952, en los salones de la Benemérita Sociedad Popular Santa Cecilia, y la institucionalización por parte del gobierno de Fulgencio Batista bajo al decreto 804 del 21 de marzo de 1953, publicado en la Gaceta Oficial del 25 de abril.

Paradójicamente fueron autoridades y comerciantes locales las que hicieron mayor aporte al centro. Su plan de estudio estaba regido por el creado en San Alejando, la que seguía siendo un referente.

Este plan de estudio comprendía un nivel elemental de dos años y otro superior en cuatro años. Estuvo moviéndose por varios locales de la ciudad incluso en casa particulares de los propios profesores.

Para el año 1959 mediante el decreto oficial quedaron abolidos los patrones públicos para el sistema de enseñanza, por esta razón quedaba extinguida oficialmente.

No obstante, a esa medida las autoridades locales por medio de su Departamento Provincial de Educación permitieron que continuaran funcionando como respeto al trabajo realizado por los alumnos y profesores. Luego mediante la Ley de la Nacionalización de la Enseñanza del 6 de junio de 1961 la escuela comienza el camino hasta sus últimos pasos.

La Revolución

El triunfo revolucionario constituye un antes y un después en este aspecto de la sociedad cubana como en muchos otros. Transformaciones como el decreto de fin de los patronatos públicos 1959 y la ley de Nacionalización de la Enseñanza en 1961; por una parte, dan punto y final algunas instituciones de este tipo, y otras se transforman y siguen trabajando bajo estas nuevas legislaciones.

Esta época transformativa crea un espacio de ambigüedad informativa sobre la fecha de la primera academia artística en Camagüey que reuniera todas las artes.

Este propio artículo en un primer momento fue para honrar una presunta fecha de fundación de la Academia de Arte de Camagüey, el 19 de abril de 1963, de la cual no se ha encontrado referencias tangibles de ellas en ninguna de las bibliografías consultadas, ni en las entrevistas realizadas a especialistas del tema como al escritor e investigador Jorge Santos Caballero y la MSc. María Mercedes García Vega, directora de la Academia de Artes Vicentina de la Torre.

Si bien el gobierno revolucionario potenciaba la enseñanza artística con fundaciones de academias de artes por todo el país desde los primeros años de la Revolución, en Camagüey la fecha más cotejada y llevada a la aceptación es en el año 1967. Esta marca la fundación de la academia que en 2002 asume el nombre de Vicentina de la Torre y así se conoce hasta la actualidad.

Esta escuela desde su fundación ha variado las especialidades del arte que potencia, pero siempre se ha mantenido como referente significativo en la provincia y en país.

Si bien una fecha tan importante como la fundación de una institución de gran alcance como la Academia de Artes no está lo suficientemente documentada en cuanto a un día determinado, la importancia se alza en el desarrollo artístico plural del Camagüey en su devenir histórico desde siglos precedentes hasta la fecha.

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Bibliografía.

Archivo del periódico Adelante: Ejemplares desde 1961 hasta 1963.

Cepero Estrada, L. (2014). Memorias del Ballet de Camagüey. Editorial Ácana. Camagüey. Cuba.

Santos Caballero, J. (2020). Entre esperanzas y desventajas: la Escuela Provincia de Artes Plásticas José Martí, de Camagüey (1952-1962). Editorial Ácana. Camagüey. Cuba.

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